Providencia

Después de ver muchos posts comentando sobre el Olan, decidí ir a conocerlo. Realmente vale la pena. El arroz chaufa con mariscos es delicioso, probamos un ají de mariscos y un chincharron mixto. Todo muy rico, buena atención y vinos con buen precio, aunque no tenían muchos disponibles.

Totalmente recomendable.

Queda en Seminario 96 A, esquina con Rancagu y la sucursal queda en la misma calle en el 67.

Volveremos por los cebiches y tiraditos de pescado que se veían increíbles.

Saludos brasileños.

Una de las experiencias culinarias de este ultimo mes, es un restaurant peruano en calle Valenzuela Castillo Nº 1269 casi llegando a Manuel Montt: Huascaran.

Llegamos el domingo con Alejandro a Santiago, luego del cajón del Maipo, muertos de hambre tipo 4 de la tarde, y pasamos a conocer este lugar cerca de nuestro hogar.

La atención fue excelente, pedí un sudado de corvina y Alejandro una corvina a lo macho, (obvio...jejeje) cerveza cusqueña y para el entremés yucca frita con salsa huancaina.

Amigas y amigos:

Vengo recién llegando de un largo y exquisito almuerzo en el Templo del Inka. (Antonio Bellet 289), frente a Astrid y Gastón.

De lunes a viernes, a la hora de almuerzo, tienen un menú de $ 8.900 que incluye entrada, plato de fondo, postre y una copa de vino.

Las opciones son variadas. En entradas encontramos causa de pollo, ceviche de reineta, tiradito de reineta, ensalada del huerto (quizás lo único débil) y papas a la huancaina.

El miércoles fuimos almorzar con mi marido a Mare Nostrum, teníamos bastantes expectativas pero salimos muy decepcionados.

El lugar, una casona antigua ubicada en plena Providencia, aporta un sello hogareño que se desmorona al ingresar por la ausencia de calor...estaba bastante helado y para mitigar el frío el mozo instaló una estufa recién encendida, por lo que tuvimos que soportar, por un momento, el olor a parafina, muy incómodo.

hola el domingo fui a comer al barandiaran de manuel montt  con mi familia y hoy dia me repeti el plato pero en barandiaran de la dehesa me encanto .

Desde que nació esta pequeña picada he sido clienta habitual. Desde que tenían pocas mesas, no los conocía nadie y su dueña, Celeste Onofre, era amable con los parroquianos mientras conversaba sentada en la mesa del barcito. Pero ahora que el lugar tiene una nueva cede, que les ha ido bien y se han hecho medianamente conocidos, la atención deja muchísimo que desear. No está a la altura de su comida, ni de la calidez del local original.

El Olan es una picada peruana que queda en Seminario. Algunos rostros televisivos y faranduleros le dan onda a este local instalado en una casa antigua o mejor dicho dos ya que el Olan tiene dos locales de bajo perfil a una cuadra de distancia, Seminario 96 (esquina con Rancagua) y Seminario 67. Fuimos al segundo. Por fuera ni se notan (no tienen letreros así que anoten la dirección) y si se notan no dan ganas de entrar, pero la comida es otra cosa.

La semana pasada andando por el barrio, decidimos ir a Olan... excelente idea. Una vez más nos cautivó con sus sabores y texturas.

Para comenzar fuimos seducidos por un Chicharrón de camarón con salsa tártara. Con un apanado increíble, la cobertura crujiente de los camarones hizo que se derritieran con velocidad en nuestras bocas.

Como plato principal, esta vez nos inclinamos por el tradicional Ají de Gallina y Chaufa de camarones. Un arroz salteado con cebollín, camarones gorditos y salsa se soya... entre otros. Buenísimo!!

Les cuento que estuve en este sencillo pero sabroso lugar atendido por su propio dueño, don Damián. Aqui van a encontrar ricos platos de la gastronomía peruana.