Hace aproximadamente dos meses, en la esquina de Colón con Piacenza (comuna de Las Condes), se abrió una cafetería bastante llamativa, con muy buenos colores y grato ambiente, que era por lo menos lo que se veía desde afuera. Cabe destacar, que vivo a sólo 50 metros de ella, por lo cual paso todos los días cuando llego de mi oficina, y cada vez, está lleno, lo cual me motivó aún más a ir, y ver qué tan buena era.
Fue así, que con un amigo italiano, decidimos ir, ya que viendo este panorama, más comentarios de amigos que habían ido, nos pareció justo ir a ver de qué se trataba.