Restaurant Ozaki, la nueva promesa nikkei
Restaurant Ozaki, la nueva promesa nikkei
Supe de este nuevo restaurant hasta hace poco a través de unos comentarios, pero luego vi el post de nuestro servidor Jaime Landeros y fue cuando me cedió la tentación de ir a conocer este lugar, aunque pensaba que iba a ser otro lugar mas donde se sirvieran rolls sin cariño y ají de gallina al por mayor, pues me llevé una sorpresa anecdótica.
Primero, el local tiene buena ubicación, en la zona céntrica de la comuna de Providencia, hay estacionamientos y el sector se ve tranquilo. El exterior de Ozaki me recuerda a esos típicos sushi-bar que uno encuentra en Japón, bien ocultos y con poca publicidad, donde solo llegan los que saben porque supuestamente amerita el viaje.
Al entrar, la decoración es sencilla, cuadros de plantas y colores bien usados. En si la ornamentación es sobria y nada sobrecargada. Se deja apreciar la clásica barra de sushis con asientos tipo bar con un personal muy carismático.
Eran las 20:00 de la tarde y no había clientes más los que estábamos, ya que hace muy poco se inauguró este local, a eso de fines de agosto. Nos sentamos dos en la mesa. Mientras ojeaba la carta se me acercó el chef de Ozaki, se presentó bajo el nombre de José, me dio la bienvenida y me sugirió algunos platos.
Pero aprovechando la calidez inmediata del lugar, entablé una conversación con el chef ya que quería saber que fue lo que llevo a poner un local como este. Me comentó su historia de cómo llegó a enamorarse de la cocina y su migración a Chile. (pues que de ser un simple cliente ya me sentía cronista gastronómico... pero la cuenta se debe pagar)
José Ozaki proviene de una familia criada en Perú pero con descendencia Japonesa, o sea hablamos de un linaje directo con el país nipón. Como muchas familias japonesas realizaron una migración masiva a Perú, tuvieron que ajustar su cultura a la del nuevo país. Ellos comían según dictan las costumbres japonesas, nos referimos a fideos fríos, sopas y pescados. Pero conforme iba pasando el tiempo, aquellos productos no se encontraban en los mercados peruanos, fue cuando usaron su ingenio y cocinaban usando técnicas japonesas con alimentos peruanos. Fue esta la proliferación de la cocina Nikkei (Nikkei = mestizaje en japonés).
Eso es una ventaja de este restaurant, el chef y gran parte de su personal son verdaderos Nikkei, ya que este es un negocio familiar compuesto por la madre e hijos que nos desean mostrar aquellos estilos que han cautivado a naciones completas con sus complejas y sabrosas mezclas de sabores.
Pero vamos de lleno al menú, empezamos con el picoteo de cortesía de la casa, que es maíz cancha frito, chips de camote y plátano verde. Acompañado de sus salsas de ají amarillo y mayonesa de cilantro. Una muy buena manera de comenzar este viaje Nikkei.
El diseño de la carta es sencillo, pero bien dividido. Se nos presenta las primeras alternativas bajo el nombre de “Ozaki del mar” que consta de cebiches, tiraditos, wantanes y causas. Después encontramos “Ozaki valle-tierra” donde dominan las carnes como pollo, res y cerdo en clásicos preparados como su lomo saltado, chicharrones peruanos y otras sorpresas… Luego está “Dulzor Ozaki” con postres de la línea peruana con toques personales de familia.
No puede faltar la carta de aperitivos con sugerencias de Pisco sour (tienen peruano y chileno para evitar controversias…) en sus versiones simple (tamaño normal) y catedral (en vaso más grande de lo normal) y otros aperitivos preparados con jugo de lima exprimido a la minuta, además de cervezas y vinos.
Para empezar, llego a la mesa un “Tiradito tradición”, se prepara con pescado del día, este caso fue con corvina. Finas láminas presentadas con salsa de ají amarillo, de cilantro y leche de tigre. Coronado por una “chalaquita” que es como el pebre de los peruanos. La sensación en boca es muy fresca, sabores que se complementan y no se juntan en confusas mezclas. El pescado grita que es fresco y la técnica de ejecución es muy buena. Un excelente comienzo.
Luego llegó un “Wantan costa verde” que obviamente para el chileno promedio wantan es igual a esa hoja frita sin relleno alguno de locales chinos… pero este no era el caso. Nos presentaron lo verdadero como se come en Perú, unas masas con relleno generoso y abundante de camarón y cerdo con toques de ajo. Vienen armoniosamente presentados al sobre un “escabeche” conformado por cebollas rojas y choclo peruano. Todo bajo una salsa anticucho de ají panca. Al probar los wantanes solos el sabor es suave… pero la idea es mezclarlo con todo lo del plato para así resaltar el gusto. Una fusión muy buena con sabores agridulces, especiados y picantes agradables.
Continuamos con las sugerencias de makis (rolls de sushi), nos tentaron con un “Amazon maki” compuesto por camarón tempura, palta y cebollín coronado con puré de plátano dulce y salsa de rocoto. Aquí José me explicó que su carta de makis fue diseñada para mostrarles a la gente que cada maki viene con su salsa exclusiva para así degustar en máximo el plato, y no abusar de la salsa de soya a la cual se acostumbra a servir en tanto local de sushi… ya que eso da otro sabor. Aunque en Ozaki ofrecen salsa de soya para mojar un poco el roll, aquí funciona de manera inteligente. Primero los makis son muy bien preparados, formados y apretados. De relleno más abundante y el arroz que rodea es una capa más delgada a la cual se acostumbra a ver. De esa manera se absorbe menos soya, por lo que el sabor no es para nada alterado. En si el sabor de este amazon maki es bastante peculiar, lo suave y crujiente del camarón juega con la cremosidad de la palta la cual es amalgamada con el dulzor del plátano y muy bien juntado con su picor justo de rocoto. Un roll de muchas experiencias, y con soya cambia, pero no deja sus primeras impresiones.
Con estomago contento, nos rematan una “Causa ebi grill”. La típica causa peruana rellena de palta y su infaltable chalaquita. Con unos generosos camarones ecuatorianos grillados a la mantequilla (¡ahí está el sabor muchachos!) presentados con sus salsas de cilantro y maracoto. Fue esta ultima la que da el poder al plato, ya que la causa deja sentir sus sensaciones acidas, cremosas y picantes junto con el calor de los camarones, y el maracoto es una salsa de maracuyá con rocoto, la cual junta muy bien y armoniza todo componente de la preparación. Muchos contrastes que dejan feliz al paladar.
No podía abandonar el lugar sin probar uno de los platos firmas de la casa, este es el “Pulpo Ozaki” que es como el típico “Pulpo al oliva” peruano, pero con otros niveles. Primero apreciamos unas finas tajadas de tierno pulpo cocinado y aliñado estilo Nikkei, nadando en un universo de cremosa salsa de aceitunas botija y coronado con algo de cilantro. El sabor de las aceitunas es muy intenso, ya que las hacen con las verdaderas aceitunas peruanas, pero desaparece muy rápido en boca, para después apreciar el sabor marino y suave del pulpo donde oculto viene un “no sé que es pero es delicioso” de sabores nikkei. Este fue un buen descubrimiento…
Ahora los postres… aunque mi estomago no daba más me mataba la curiosidad, ya que me dijeron que los dulces son preparados por la Madre de José, aunque son pocas las opciones, dejan contento.
Se nos ofreció el clásico “Suspiro limeño” típico son su merengue y canela, aunque el sabor de este es menos dulce del cual se acostumbra, lo que a mi juicio es mejor ya que es un postre que patea el estomago, pero muy bien ejecutado se deja sentir un leve sabor a hierba luisa (lemongrass).
Otra opción es el “Apple Ozaki”. Aquí ya tenemos algo bastante Nikkei, ya que es una tarta de manzanas coronada con masa de wantan embebida en jarabe de maíz morado espolvoreado con quínoa crujiente. Una cálida experiencia que no es para nada agresivamente dulce, muy bien acompañado con su helado de vainilla.
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Cabe destacar que este restaurant se puede ajustar bien al paladar de los chilenos, ya que como sabemos la comida peruana destaca por su uso de ajíes. Aquí los niveles son al gusto del cliente, ya que preguntan cuan picante uno lo desea, así es que eso es un punto ganado en cuanto a gustos de sabores e intensidades. Pero los sabores Nikkei se dejan estallar en cada bocado.
Para otra ocasión iré a degustar sus brochetas, chicharrones, arroces chaufa, lomo saltado y cebiches.
Recomiendo este restaurant para quienes deseen tener una buena experiencia en sabores japoneses-peruanos (como del restaurant Osaka… ¡pero mas barato!)
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Horario: Almuerzo de 12:30 a 15:00 (con opciones de plato del día a $3500-$4000); Cena de 19:30 a 23:30
Otros puntos a favor: buena atención al cliente, una pizarra con sugerencias del día y baños limpios y ordenados
Precio promedio: $15000 por persona (Tiradito + Maki + Postre + bebestible)
Dirección: Santa Beatriz 135, Providencia
Fono: 9847903, 7272787 – www.ozaki.cl
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Les saluda.