
Astrid & Gastón
En mi opinión A&G es el mejor restaurante de Santiago de Chile.
Está relativamente bien ubicado y cuenta con un personal servicio de valet parking, atendido por un personaje muy simpático y confiable.
Debes hacer reserva para ir, así al llegar te atiende una mujer (he concido cuatro al menos) muy simpática y buenamoza. Si vas sin reserva existe un bar pequeño donde puedes esperar degustando un buen pisco sour a la peruana o cualquier otra bebiba. En días viernes y sábados el lugar (el bar) se hace estrecho.
Posee dos grandes salones, uno en el primer piso, para fumadores y otro en el segundo piso para no fumadores. Si bien es cierto no fumo, creo que es mejor el salón del primer piso, donde por cierto tienes vista a la cocina del lugar. El segundo piso es un poco mas íntimo (pero tiene muchas mesas a mi juicio), por lo que si vas en planes mas bien románticos, quizás sea mejor elección. Si gustas de la cultura vitivinícola, definitivamente el segundo piso es tu lugar. Están a la vista todas las botellas de vino del restaurante y es muy entretenido pararse un rato a leer, especialmente aquellas autografeadas por sus enólogos.
Para comenzar, sin duda el pisco sour a la peruana es una buena elección, aunque el jerez sour es realmente muy bueno.
Para acompañar tu aperitivo sirven unos panecillos de producción propia (supongo) endiabladamente ricos... imposible no probarlos.
La carta posee el tamaño perfecto, y la cambian con una periodicidad adecuada.
De las entradas mi preferida (y único plato que pido siempre) es el foi gras fresco... maravilloso!!! acompañado generalmente de manzanas y uvas, en una salsa increíble. Obviamente es la entrada mas cara... Mi señora Pamela generalmente prueba otros platos y son todos muy buenos (disculpen que no los nombre, pero para mi en este restaurante, entrada = foi gras)
Platos de fondo son todos (ceo que he probado un 80% de la carta) exelentes, destaco las carnes de cerdo (cochinillo) y algunos pescados como el mero y el atún de isla de pascua, maravillosos!!!. Las carnes de vacuno, son las usuales pero preparadas para el mas exigente de los paladares. Para los acompañamientos se agradece las preparaciones de yuca, quinoa y otros productos no muy usuales en Chile. Para los mas tradicionales, existen opciones de pastas muy buenas.
Las descripciones de los platos en la carta son perfectas y abren el apetito, al leerlas no te quedan dudas de lo que te puedes servir.
Una vez realizada tu elección se acerca el somelier y te recomienda un buen vino que se integre de manera perfecta con lo elegido y tus propios gustos. Destaco esta actividad dentro del restaurante, pues efectivamente la recomendación del vino sigue estrictamnete los criterios antes mencionados. La carta de vinos es generosa y detalladamente seleccionada, puedes encontrar en ella los mejores best values de Chile, los tradicionles, los premiados, los premium... en fin para todos los gustos. Incluyen vinos franceces (que no he probado), algunos de los cuales tienen valores de otro mundo.
De los postres, existen algunos que se deben solicitar al comienzo de la velada... son muy buenos, hay uno de ellos en particular que pide siempre Pamela que es en base a manzanas y helado de canela...increíble. Yo, un poco mas tradicional me cuesta no elegir el creme brulee que es de los mejores que he probado en Chile.
Bajativos, existe la oferta completa. En nuestra última visita luego del café, pedí un remy martin que selló la noche de manera perfecta.
Lo recomiendo para citas especiales con la mujer que sueñas, gringo de visita, o con un grupo de amigos que disfrute la buena mesa
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