Valle Secreto: buenos vinos desde el comienzo
Tuve la suerte de ser invitado a visitarlos, así como jugando al artista, una mañana bonita y sólo, para poder aprovechar todo lo que una visita puede ofrecer sin las distracciones típicas.
Me recibieron bien, me mostraron el proyecto, me dieron la visita de rigor y probamos los vinos que tienen más algunas muestras de barrica.
Resultado: sorpresa, hay vida en Alto Cachapoal.
Es cierto que cuando uno piensa en Cachapoal, más piensa en la súper inversión de Altair que en cualquier otra cosa, pero realmente las inversiones pequeñas de algunos, con las dificultades y esa sensación de que nunca terminarán, hace que nosotros, todos nosotros los consumidores, debiéramos sacarnos el sombrero ante tamaño gasto por un negocio que se sabe largo y duro.
Hoy, las 35 y poco más de hectáreas que son propiedad de Valle Secreto están en constante demande de dinero. Tal como suena: dinero para mejorar los caminos, dinero para terminar el riego mecanizado, dinero para ampliar la bodega, dinero para construir oficinas, dinero, dinero… más dinero.
Enmarcadas como su nombre lo indica en un valle pre cordillerano en el valle de Cachapoal, esas 35 hectáreas parecen casi una isla de tranquilidad y paraíso orgánico que, de explotarse bien, podría ser el siguiente paso de una viña pequeña pero con ganas de ser grande con el tiempo.
Afortunadamente, al empresa va bien y se puede solventar la inversión, pero nada de esto sería fácil ni gratificante si los vinos resultantes no estuvieran a la altura. Por suerte, la cosa se ve bien.
Probé dos líneas, First Edition y Private Edition, que más allá de la confusión que puede provocar la similitud de nombre y etiqueta, presentan dos mundos separados y unidos al mismo tiempo.
First Edition Carmenere el que más me gusta por su carácter y frescor, largo en boca y con una acidez agradable que hace jugosa la boca. First Edition Syrah se mostró grato, sin la carne de otros y con un estilo cremoso y frutal al mismo tiempo que atrae y cautiva. Para terminar, First Edition Cabernet Sauvignon, con una estructura agradable y consecuente con la línea, que lo hacen coronar a este trio de hermanos que se dejan beber por cerca de $6.000 la botella.
En la línea superior, con dos mezclas (hasta ahora y no necesariamente que seguirá iguales en el tiempo), aparecen los Private Edition, con la idea de mostrar que las parras dan para más y que se puede llegar lejos, pero aún necesitan de tiempo y evolución en botella para mostrar todo de los que son capaces de entregar.
Para terminar, hay que felicitar a quienes se atreven hoy en día, pero no hay que sesgar en mantener una línea de crecimiento constante para que las tres buenas añadas con que hoy cuentan no se conviertan en la partida del caballo de carreras, sino que una largo y firme trote que haga de Valle Secreto una confirmación del valle y de su gente.
Gracias por la invitación.