Decepcionado salí del Restaurant Oriental
No sé si echarle la culpa a que se celebraba el Día del Niño, pero salí muy decepcionado de la atención del Restaurant Oriental (Bilbao esq. Holanda).
Conozco hace años el Oriental de Av. Ossa, y el que estuvo en Manuel Montt con Eliodoro Yañez. Con esas experiencias en el recuerdo, decidí ir a conocer este nuevo local.
El local es muy bonito, bien decorado, sobrio y la recepción fue amable. No hubo problemas por la espera, ya que se comprende que en un dia como el que elegí todo el mundo sale a almorzar.
Una vez que nos sentamos, nos tomaron el pedido bastante rápido. Luego llegaron los líquidos, un jugo de chirimoya muy rico. Para iniciar, nada más simple que una porción de wantán frito, con una salsa de tamarindo.
Llegaron los wantán, pero sin la salsa. Se la pido a la persona que trajo el wantán (que no era la misma que tomó el pedido), y se pierde para no regresar nunca con lo solicitado. Recurro a otra camarera que pasó por allí, y al fin llegó la salsa, cuando los wantán ya estaban a medio enfriar.
Bueno, pienso, hay que comprender, es el Día del Niño y hay mucha gente. Pero la comprensión me dura poco cuando me llega el plato de fondo cuando todavía estamos en la mitad del aperitivo; me dejan todo en la mesa y desaparecen.
Hasta en el restaurant más rasca me cambian el plato después del aperitivo, pero aquí no. Decido que nos sirvamos en el mismo plato para que no se siga enfriando la comida con la inutil espera.
La comida estaba realmente rica, no recuerdo bien el nombre del plato, algo así como Marisco Oriental, mariscos varios servidos en una plancha de fierro.
Y para terminar, algo típico en nuestros restaurantes chinos : la copa con merengue, macedonia y helado. Esperamos, esperamos, esperamos, y seguimos esperando hasta que de repente aparece la persona que nos tomó el pedido pero a atender una nueva mesa. Al verme gesticulando con cara de molestia hace un gesto de ¡Ahh. me olvidé de su pedido !. Llama a otra camarera que andaba cerca y le encarga nuestro postre.
Para rematar, le pido la cuenta y cuando llega le digo :
- voy a pagar con tarjeta, tiene la maquina portátil o tengo que ir a la caja ?
- Puede ser a la mesa o en la caja.
- OK, traiga la máquina.
- Ah, disculpe ya no tenemos la máquina.
(¿¿¿¿ Para que la ofreció entonces ????)
Definitivamente estoy en contra de la propina obligatoria. Creo que la propina es un premio si la atención se destaca en algún aspecto. Una atención normal es por lo que le pagan su sueldo. Una comida buena es mérito de la cocina, por lo tanto no corresponde propina para el garzón.
En este caso, con mucho gusto dejé una propina de CERO pesos.