El domingo fui con una amiga a almorzar al restaurant "El Cesar" de Zapallar, ya conocido, con buenos platos, precios razonables y vista insuperable. Hasta el momento de pedir el café, todo bien. Estabamos en eso cuando sentí que algo me mordía el pie, por debajo de la mesa (por suerte andaba con zapatillas). Pensé que era uno de los numerosos perros de los clientes que se pasean "como pedro por su casa" en ese lugar, situación que ya es desagradable. Al mirar hacia abajo no veo nada, pero abajo de la mesa de al lado, que estaba desocupada se escondía un ratón de proporciones, ante mi exclamación al verlo, un garzon que iba pasando, por supuesto, ahuyentó al animal que corrió hacia los matorrales.
Pasado el susto, procedimos a pagar la cuenta para irnos del lugar y le pedimos al garzón el libro de reclamos para registrar lo sucedido, el nos dice que ya le informó al dueño la situación y que esté dice que pasemos a conversar con el. Insistimos en la solicitud del libro para dejar el reclamos por escrito. Nos responde que no es posible pues está guardado en una oficina con llaves (¡el dueño no tiene las llaves de su oficina?), entonces solicitamos que sea el dueño quien se acerque a conversar con nosotras a la mesa. Luego de algunos minutos vuelve el garzón con un cuaderno cualquiera y nos dice que el dueño manda a decir que estampemos ahi nuestro reclamos pues no se acercará a la mesa pues no tiene como explicar ni nada que decir respecto de lo sucedido.
Sin mas que hacer al respecto, dejamos el reclamo en el dudoso cuaderno y nos retiramos del lugar.
Quizas la presencia del roedor puede explicarse por la abundante vegetación del lugar. Lo que definitivamente no tiene explicación alguna es la forma de actuar del dueño de este concurrido lugar!!
DEFINITIVAMENTE UN LUGAR PARA NO VOLVER!!!
