las humitas
Cuando empieza la venta de choclos pasteleros a 1000 la docena, no queda otra que hacer humitas.
La elección de los choclos es lo primero y como son nobles, nos indican por el color de su pelo el grado de maduración que tienen.
Antiguamente además de granos traían gusanos enormes que me hubiera gustado probar como carnada para la pesca; en esos tiempos no pescaba y ahora ya no existen. ¿ se habrán extinguido ó estarán comiendo otro alimento? Al parecer los gusanos son sabios, eran mejores los choclos de antes
Lo primero es pelar los choclos y clasificar las hojas en que se envolverán las humitas. El corte es importantísimo, las hojas deber quedar sin curva y lo ideal es hacer los pares en la medida que van sacandose las hojas. Para que no se resequen con el calor de la época conviene dejar las tapadas con algún paño húmedo.
Lo segundo: el picado de los granos,: hay personas que los rallan, pero este cuento es mío y yo los pico primero. Me gusta el corte en dos partes, el primero apoyando el choclo y picando hacia el apoyo, sin llegar a picar la coronta y el segundo tomando el choclo en la mano y picando más suave hacia mi cuerpo. Después de estos cortes ademán “raspo “ la coronta con el cuchillo . En esta etapa en cuando la cara, los brazos y hasta las piernas terminan con puntitos blancos
La molienda. Antiguamente la molienda se hacía en la
“ maquina de moler carne” y había que turnarse porque era bastante cansador ; hoy se muelen en cualquier implemento con enchufe y queda bastante bien . En esta etapa se muelen además hojas de albahaca y ají verde. Antiguamente el aji verde era picante y hacíamos “con pique y sin pique” , las actuales son todas con pique pero no pican.
Mientras tanto se está friendo en manteca de chancho cebolla de cuadros, con sal para que se cueza sin dorarse. Es importante la cantidad de cebolla y de manteca y he aprendido a calcularla de acuerdo a la cantidad de choclos: para un choclo 1 cucharada rasa de manteca derretida y ¼ de cebolla chica (las nuevas son chicas)
Se junta la molienda de choclos con la cebolla y sal. Revolver bien. Lo ideal es esperar que se enfrie la cebolla para rellenar. Se van rellenando y amarrando con pitilla. En mi cocina siempre tengo pitilla, pero no falta el que la saca para otros menesteres.
En la olla más grande que se tenga se pone a hervir agua con sal y cuando hierve se ponen a cocer las humitas por 20 minutos desde que comienza a hervir. Lo ideal es comerlas recien cocidas, aunque recalentadas tambien sirven.
En la mesa se requiere tijera para cortar la pililla y las hojas que salgan del plato. Para acompañar: ensalada de tomates con cebolla y azúcar para el que la requiera.
Todo esto se puede obviar si se tiene una “casera” que venda humitas recién hechas a la salida de algún supermercado.