El Ancla de Providencia... buena aproximación
Ayer fuimos con mi marido a cenar a El Ancla. Habíamos escuchado del restaurant y no habíamos ido por dejados. Al final un compañero de la oficina me lo recomendó y partimos.
La atención muy buena a pesar de que había un único garzon para el salón y los ayudantes no sabían muy bien qué plato iba en qué mesa... detalles a ir puliendo.
La comida muy buena. Las empanadas con muchos ostiones y el pisco sour realmente rico. Para qué decir el pastel de jaiba, que por desgracia no me lo pude terminar. Mi marido se pidió una vidriola (pescado parecido, sólo parecido, a la albacora) con salsa de centolla que estaba mundial. Claro que después de tal festín no hubo quien comiera postre.
La cuenta razonable para ser pescado.
El local es muy bonito y acogedor. Creo que es un gran acierto con algunos detallitos que pulir.