Divertimento

Fui a almorzar al Divertimento, a los pies del cerro San Cristóbal (alguien podría decir que está en el cerro San Cristóbal)

Ir ahí un día de semana de verano es toda una experiencia: prácticamente el cerro está vacío y te puedes sentar en la terraza sin sentirse en vitrina con cientos de paseantes a metros tuyo. Se debe ir con tiempo ya que el ambiente es agradable y es fácil estar más tiempo del que se había considerado. Fui con mi esposa en estos días de verano que son "extraños", casi primaverales, en donde la temperatura máxima del día no sube de 28°C y eso invita a quedarse.

Ese día se podía pedir erizos al matico, así que fui por esa entrada. Gran cantidad de erizos, de buen sabor y tamaño, pero hubo poca prolijidad para sacarlos de su concha ya que varias lenguas estaban partidas e irreconocibles.

De fondo mi esposa pidió una ensalada Windsor y yo costillar con porciones de pure picante y normal. La ensalada Windsor se veía bastante buena y en cantidad apropiada, con lechugas, espárragos, queso de cabra y berenjenas gratinadas.

El costillar eran tres piezas de carne, por la cantidad fue difícil trabajar durante la tarde y los bostezos me acompañaron hasta la noche. El costillar bueno pero no espectacular, esperaba algo mejor. Aunque usualmente como bastante ají, encontré que estaba demasiado picante y se perdía el sabor de la carne.

De postre pedí una leche nevada. Llegó en un plato gigante, buena presentación, buen sabor, gran cantidad de leche pero poca "nieve".

La atención en general fue mala a pesar de que había bastante personal: el pan llegó cuando estábamos en el plato de fondo, el mozo trataba a toda la gente de tu, pareciendo el amo del lugar (varias veces levantó la voz dando órdenes a sus súbditos) y ocupando nuestros conocidos "estai", "podí" y otros chilenismos.....la pareja de brasileños que estaba en la mesa vecina entendían poco. Lo peor fue al momento de pedir la cuenta y pagar, ya que entre todos se pasaban la pelota y al final nadie se hacía responsable de llevarla a la caja. Esperar 20 minutos desde que se pide la cuenta hasta que llega la boleta pagada es realmente excesivo, habiendo reclamado 2 veces para que se apuraran.

Divertimento es un lugar recomendable, pero necesitan mejorar la atención y ponerla a la altura de sus precios. Con esa atención no vuelvo a ir.