Caruso Valparaiso
Fuimos a Caruso el domingo de la semana pasada, con expectativas muy altas generadas por una muy buena crítica, hacia él mismo local y al trabajo de Tomás Olivera, su dueño y ex chef del Adra (Ritz-Carlton). Aún cuando nuestra experiencia en Adra fue sólo aceptable, los comentarios han sido tan buenos que da como para entusiasmarse.
Lo primero es decir que Caruso es un restaurante de comida chilena, por lo que no hay que dejarse confundir por su nombre italiano.
El lugar, no de mi gusto, pero creo que esos temas pueden no importar si la comida compensa
La atención, muy diligente (aunque había sólo dos mesas ocupadas).
Respecto del menú, nos encontramos con una carta corta, con platos muy tradicionales (chupe de locos, pollo arvejado, empanadas de pino, por ej.). Según lo que dice en su página http://www.caruso.cl/ : "Cocina chilena como en casa, como en la caleta, como en las picadas o la de la fiesta".
PartImos con un agradable pebre con sopaipillas para luego compartir una entrada de Arrollado de Malaya, bastante regular, con una carne blanda y sabrosa, pero con un huevo chicloso en el centro. Acompañado de lechuga y un pebre (mismo servido anteriormente).
De fondo pedimos un Chupe de locos, el cual debieron reemplazarlo por uno de Jaibas pues de locos no habia; pedimos también un plato de Porotos Granados con plateada (6500 pesos). El chupe, sólo regular, sin ningún atributo destacable (he probado muchos mejores) (7500 pesos) y los porotos granados, para mi gusto decepcionantes, sin gracia alguna, más que el agregado de carne. La carne por otro lado, con un leve sabor ácido que la hacía sospechosa. Debo decir, que los pecados anteriores me parecieron menores ante mi desconcierto frente al insulso plato de porotos por el cual pagué 6500 pesos.
La verdad es que me pareció que están un poco perdidos con la relación precio/calidad/novedad. Es decir, en picadas o en mi casa efectivamente puedo comer unos porotos como aquellos, por lo que el costo me pareció abusivo. La verdad esperaba un mayor esfuerzo: en el diseño del plato quizas o algun cambio que insunúe siquiera una deconstrucción que justifique el no ir a un lugar derechamente tradicional y/o con menos pretensiones.
La frustración fue tal que decidimos no pedir ni postre, a si que ADIOS CARUSO Y HASTA NUNCA.