Bienvenida Madam Tusán
Gastón Acurio es el chef más famoso de Perú, y podría ser también uno de los chef internacionales más famosos de Santiago, con exitosos restaurantes, desde el elegante Astrid y Gastón y La Mar, pasando por el más relajado Tanta y ahora con la representación (no tan fidedigna) de el chifa, Madam Tusán.
¿Qué es un chifa? Es un término peruano para los restaurantes chinos modificados al gusto peruano.
Con una estética muy bien lograda, Madám Tusán está emplazado en el boulevard del Parque Arauco, en el espacio históricamente ocupado por el Benihana of Tokio. Tiene una extensa terraza que se funde con el interior, de colores negros, rojos, y dorados, y con un enorme dragón chino que cuelga del techo. En el centro, un angosto jardín con inciensos.
Los mozos explican de qué se trata: La idea es pedir puros platos para compartir, de gustos contrastantes, dulces, salados y picantes. Todo lo que se espera de la comida china y de la comida peruana. Nosotros no hicimos mucho caso, y pedimos de "piqueo" un Plan Chao, que consistía en unas masitas de arroz al vapor, rellenas de chancho, camarón y ajo chino, muy sabrosas, que venían acompañadas de una salsa de soya modificada, un poco más dulce y con julianas de jengibre. Rico. El Plan Chao es de 4 piezas así que también pedimos unos Dim Sum Chim Pun Kao, de similares características que el Plan Chao, aunque menos sabroso y con una masa más gruesa y resbalosa.
De segundo, yo me pedí unos Tacos Tusán, que consisten en pollo salteado con verduras, jengibre y almendras, en un plato caliente de greda, muy muy caliente, que venía con hojas de lechuga escarola, para armarse los tacos. Rica la idea, la frescura de la lechuga le pegaba muy bien a los fuertes sabores condimentados, pero era dificil de comer, porque venía muy caliente, era muy jugoso y la lechuga escarola es media dura y poco maleable. En todo caso, rico.
Tacos Tusán y Camarones Tusán (exceso de virutilla). Fuente de arroz blanco en el fondo.
Mi papá pidió un chancho al ajo, de apariencia muy parecida al filete mongoliano, con un arroz chaufa de vegetales. Mi mamá unos camarones tusán, apanados y con aliño dulce y sésamo tostado, un poco picantes pero ricos. Junto con esto, se pidió un arroz blanco.
Chancho al ajo
Nuestro error: Pedir tres platos para tres personas, donde podrían haber comido perfectamente 4 o 5. Las porciones de arroz son abundantes, incluso más grandes que el clásico pocillo de los restaurantes chinos. Los platos principales no son tan grandes, pero de sabores muy pronunciados, lo que da una sensación de estar satisfecho antes de lo acostumbrado. En general, todo estaba muy rico, muy sabroso y los platos llegaron rápidos, con buena temperatura, compuestos por ingredientes frescos y con una mezcla de sabores novedosos.
¿Un detalle? Como es restaurante nuevo, no tiene patente de alcoholes, ni tampoco se puede llevar vino propio con un costo por descorche. Pedimos chicha morada con maracuya. La chicha morada es una bebida clásica peruana, que entre sus ingredientes tiene choclo morado, piña y limón. No tiene chicha, es solo un alcance de nombre. La versión del Madám Tusán está bien buena y refrescante. Además, mi mamá se pidió una Inka Kola.
De postre, compartimos entre todos un cheesecake de té verde, rico pero sin mucha gracia. Mi mamá además se pidió un espresso.
La cuenta salió $48.200 (con propina $53.000)
Así que esperaremos la patente de alcoholes para volver, pero en general, el restaurante está bien bueno, no se identificaron pifias de marcha blanca, los mozos tenían experiencia, y la comida, bien sabrosa. ¿Un solo detalle? Perdonen mi exigencia, pero encontramos que fuimos a un restaurante chino, no a una chifa. La unica presencia peruana fue la chicha, y paramos de contar.