LA JUANITA ya no es lo mismo...
El sábado recien pasado mi hermano y su familia nos invitó a almorzar a este clásico de San Antonio. Parto por declarar que ellos habían ido hacía un año y medio atras aprox. Yo, hacía unos 5.
De un comienzo nos extrañó que el pancito ya no era amasado ni menos calientito, sino varias marraquetas heladas en la panera.
Pedimos 2 pescadas fritas con ensaladas, media reineta con salsa de camarones y arroz, medio salmón a la plancha con papas fritas, un spaguetti con bolognesa, un congrio solo (entero), y un lomo con arroz.
La reineta estaba exquisita, fresca, una porción adecuada y con abundantes camarones, por lejos el mejor plato. El lomo, aunque tuvimos que pedir mayor cocción, estaba sabroso y blando. A partir de ahí no puedo decir lo mismo de los otros platos. El salmón si bien, estaba rico igual que las papas fritas, para ser medio plato en verdad parecia 1/8 igualito a una porción que venden de salmon congelado en trozos donde mas o menos vienen 4 porciones en 1/2 kilo. El congrio por otra parte tambien estaba rico y fresco pero del plato entero de hace años no queda nada, eran dos medallones de congrio que no alcanzaban a ser ni la mitad de lo que mi hermano recordaba hace un año. La pescada por lejos lo peor, una lastima que un plato tan sencillo y tradicional costero llegara tan mal presentado, el batido mas horrible que he visto, en verdad era feo, lo peor fue cuando mi madre (con años de experiencia en cocina como toda madre) me dice que se trata de pescado congelado, la carne tenía una aspecto aun peor que por fuera, picoteó lo que pudo pero finalmente no pudo comerlo ni nadie más. Los spaguettis que mi sobrina no quizo comerse (de mañosa pensamos todos) los probó mi hermano (para acallar el hambre despues de los dedales de congrio) que, para su sorpresa, tampoco pudo comer ya que nadaban en aceite, mal.
A esas alturas los detalles eran demasiado como para dejarlos pasar por lo que le comente el problema de las pescadas al garzón y además solicité el libro de sugerencias, el que me mira diciendo en un tono algo humoristico el libro está en la caja, a qué se refiere? pregunte yo, a que no puede traermelo y debo pararme a escribir alla?. No, me dice, es que no hay libro, pero puede hablar con el dueño.
Ok, sin pensarlo me pare de la mesa, seguida de mi hermano que iba a pagar y cuando me acerque a la caja el garzon me señala una mujer con quien podía hablar, a la que, sin más que confiar que era la persona adecuada, le comente todos los detalles acontecidos. Ella por su parte estaba detrás de la barra sirviendo jugos, tarea que no se preocupó de pausar ni un segundo mientras yo le hablaba, y simplemente me dijo: ok, hare llegar sus comentarios respecto a calidad y tamaño del plato, sin duda un poder de sintesis aplaudible.
Mientras tanto, al lado mio el garzón sacaba la cuenta con la cajera y mi hermano se resignaba a pagar el total de $53.000 y yo me quedaba llena de impotencia viendo la escena.
Voy a agregar que más alla de criticar el tamaño de las porciones (para que no piensen que se trata solo de llenarse) el precio que figura en la carta de hoy en día alcanza en promedio los $7.800 para los medios platos y $12.000 para los platos enteros sin agregado. ¡Como no sentirnos estafados y decepcionados!?
Como último detalle, mi hemano luego me comentó que en el baño había una señora instalada en la puerta, uno pensaria que estaba a acargo del servicio pero con cara de lamentarlo profundamente me dice que su impresión fue que solo la tenían mendigando una moneda a cambio de papel higienico.
Estimados, san antoninos es una lástima que esta gran tradición que los ha identificado durante años este perdiendo su prestigio, lo mejor sería cambiar el nombre y mantener intacto el recuerdo de la verdadera Juanita.