Descubriendo Pomaire
Ayer decidimos hacer un paseo familiar,mi señora, yo y 5 niños, y Pomaire nos pareció un buen destino: artesanía, campestre, cerca de Santiago y, según había oído, buena comida. La verdad es que hice el esfuerzo de buscar recomendaciones y, fuera de las típicas parrilladas, no encontré mucha información. Partimos hoy con la intención de arriesgarnos a descubrir y cuando llegamos el pueblito estaba lleno, incluyendo una buena cantidad de extranjeros. De hecho nos estacionamos a la salida para evitar el taco de la calle principal. Ya a la entrada al pueblo, en el peaje, recibimos publicidad de los típicos restaurantes que ya había encontrado en Internet que eran una buena segunda opción. La lata es que a medida que uno camina por el pueblo a uno lo invaden con papeles de cuanto boliche hay y todos promocionan la empanada de kilo. Finalmente nos decidimos a correr el riesgo de entrar a un local que tenia todas características de una picada: gente, carta variada y la verdad que una decoración que no prometía mucho. Reconozco que cuando nos sentamos dude si pararme he irme, pero menos mal que el hambre me hizo quedarme. Pedimos un par de empanadas normales para compartirlas y no defraudaron. Buena carne, harto jugo, cebolla en la medida justa. Para el plato de fondo pedimos una mechada a lo pobre que compartieron mis hijas (7 y 9 años), unas chuletas a lo pobre y un pernil con papas fritas que compartieron mis hijos (10, 12 y 14) y una plateada con tomate para mi. Mi señora pidió un consomé apostando al tamaño de los platos. Tenían bebidas y cervezas de litro lo que ayuda a mantener otra de las características de una picada, el precio. Los platos no eran gigantes salvo el pernil que estaba para sacarle una foto. La preparación de todos los platos, sin excepción, estaba perfecta. La plateada con el cocimiento justo, muy jugosa y sabrosa. El pernil, con un toque de ají que agregaba sabor y la mechada, con la cantidad de verduras justas. Quizás las chuletas podrían ser un poco criticadas pues eran un poco delgadas. La cuenta total: 23.000 (3.200 plateada con agregado, 3.800 las chuletas y la mechada a lo pobre, 5.000 el pernil con agregado, 1.000 las empanadas y el consomé, 2.000 la bebida de litro) El restaurante se llama Juanito, El Pomairino. Queda en Manuel Rodriguez 381, Pomaire.( cel 9217 4717)