Hace muchos años que ansiaba conocer esta pequeña casa de té situada en los cerros de Frutillar, impregnada de un entorno romántico.
Finalmente el día llegó. Mi marido me invitó un fin de semana a Puerto Varas e inmediatamente aproveché la instancia.
La casa de té está ubicada a un par de kilómetros de Frutillar bajo, por lo que es recomendable ir en auto. En la entrada del fundo hay un cuidador resguardando la entrada y cobrando $2.OOO por auto (aludiendo que es para prestar un mejor servicio….plop, imagino que en invierno no cobran). Tras un par de metros, nos encontramos con un inmenso y precioso “prado” de lavandas con vista al LLanquihue, un establo con caballos y una pequeña casita con fachada de tejuelas, típica del sector.
La decoración interior de la casa está inspirada en el sur de Francia, en
Al entrar, se acerca raudamente una niña a consultarnos si tenemos reservas. Ante la negativa nuestra, nos ofrece como única opción las mesitas exteriores. A pesar del frío que hacía, accedimos pensando que en algún minuto se desocuparía algo adentro. Pésima opción ya que estuvimos alrededor de 40 minutos afuera y nadie vino a tomarnos la orden. Veíamos desde afuera que había un par de mesas desocupadas que supuestamente estaban reservadas y nunca llegó nadie. Al cabo de unos minutos llegó una niña con dos copas moradas con una exquisita limonada con lavanda y nos tomó la orden. Como notamos que estaban colapsados, pedimos dos trozos de kuchen y una tetera de té (tienen una gran variedad). Al cabo de 30 minutos aún no traían la orden, pero finalmente logramos entrar. Pasaron otros 20 minutos más esperando y finalmente trajeron la tetera con los 2 pasteles. El cheesecake de lavanda estaba muy bueno (suave y la masa delgadita), la torta de zapallo italiano, si bien novedosa, no cumplió mis expectativas. El té estaba ok. Quedé con las ganas de probar la once y los sándwiches.
Vale la pena la visita al lugar ya que es hermoso y los pasteles novedosos. Creo que no fue el mejor día para visitarlo, ya que estaban colapsados por ser temporada alta. No obstante, pienso que deben estar mejor preparados para la temporada, ya que al fin y al cabo es en ella en donde pueden aprovechar más. Hay que mejorar la logística, ya que no puede ser que se tarden una hora en traer un pastel que está listo en el refrigerador con un té. Espero que haya sido sólo ese el mal día....
