A los 32 años, probé mis primeras bolitas, oh yeah!
A mis 32 años, después de una vida de amores furtivos y parejas estables, recién esta semana me comí mis primeras bolitas!
Jajajaja, usted no me malinterprete; en esta ocasión fueron de cordero.
Increíblemente, nunca antes las había comido, y creo que fue un acierto que mi primera vez fuera en María Bonita, un restorán relativamente nuevo en Temuco, que no sólo tiene una arquitectura, diseño y decoración preciosos; sino que cuenta además con una carta que escapa a lo ordinario, y pone un poco de sofisticación en la ciudad.
Criadillas Llaima, una preparación suave y sabrosa con base de crema, vino blanco y queso gratinado; una maravilla servida como aperitivo y con rebanadas de pan baguette bien tostado y crujiente; una manera perfecta de comenzar la cena por sólo $5.500. Agradezco a mi amigo Felipe Navarrete, que pidió el platillo argumentando “que vamos a pedir criadillas para que mi amiga las pruebe de una vez por todas!”.
Para continuar, y con el paladar extasiado del descartuchamiento; pedí unos Pimientos del Piquillo rellenos con chupe de jaiba y rúcula; un muy buen plato, pero no le llamemos plato de fondo señores, habría que pasarlo a la sección de entradas.
Muy delicado y de sabor extraordinario, pero la verdad pequeño para mujeres de diente voraz, quizás perfecto para damas de apetito disminuido que quieren conservar la línea. Un relleno muy suave de textura y potente de sabor, los pimientos cocinados en su punto y la rúcula matizando con la frescura; así me gusta todo, bien potente y muy fresco! Una buena opción por sólo $5.600.
Restorán María Bonita, ubicado en Hoschstetter 425, Temuco
Para leer más reseñas de comida, de la vida, la estupidez y la filosofía cotidiana, visite mi blog http://bruffinelli.wordpress.com/