La Picá de Emeterio es uno de aquellos lugares que probablemente sean más tradicionales de Concón. Ubicado casi en la boca (desembocadura del Aconcagua), invita a lo más tradicional de la cultura culinaria de la localidad: pescados y mariscos.
Si el comensal busca sólo platos abundantes, probablemente los encontrará, especialmente el congrio a lo pobre. Sin embargo, no puedo dar una completa buena impresión de mi visita este fin de semana a Emeterio.
En primer lugar, Emeterio cuenta con demasiadas mesas para el espacio dispuesto. Esto lo hace muy incómodo y ruidoso. Entiendo, se trata de un fin de semana próximo al dieciocho, pero no justifica la estrechez.
Luego, los manteles no son retirados a la salida del comensal anterior. Que se trate de una “picá”, no justifica esa actitud, más si se trata de un restaurante tradicional de la zona.
Los precios son abordables ($7.000 aprox., por plato), adecuados para el porte de los platos. Sin embargo, su calidad, en lo que a mi respecta, no es comparable a otros de la misma comuna. En particular, lo que se supone que es el plato estrella, el “Emeterio” (congrio Emeterio, reineta Emeterio, etc.), no es sino un pescado a la plancha con mariscos, sin gusto especial. A mí modo de ver, insípido. Mejor es la oferta de otros lugares cercanos, por precios similares y más sabrosos. Mejor gusto parece tener la paila marina. Las papas fritas que pedimos acompañando los platos estaban un poco pasadas de aceite. También, las empanadas fritas no ofrecen una calidad igual o mejor a la de su competencia.
La carta de vinos que ofrece Emeterio no es amplia, pero suficiente. El vino blanco que pedimos, eso sí, estaba a temperatura perfecta.
La atención es adecuada para un lugar de sus características.
En definitiva, a pesar que La Picá de Emeterio es un restaurante típico de Concón, vale la pena descubrir otras opciones en la vasta oferta de restaurantes de la misma comuna.
