El Amorío en una noche lluviosa....
Anoche en un evento inédito entre mi grupo de amigas del colegio, fuimos a comer al Amorío. Dado que estuve de vacaciones en el país del norte, más exactamente en Fort Lauderdale, la junta era de bienvendia y de ponerse al día.
Lo primero es que inluso un miércoles en la noche fue necesario hacer reserva, sino ni una posibilidad.
Eramos originalmente 6 y se subieron 2 a último minuto y llegamos ahí, dijimos que eramos 2 más y no se hiecieron rollo, acomodaron sillas, pusieron puestos y ok. Punto para ellos. La mesa que nos tocó era en la terraza, cosa que no dejaba de ser complicado ya que entre mis queridas amigas tengo 2 que son muy friolentas, preguntamos si había posibilidad adentro pero ni modo. Y la verdad es que ni un problema, la temperatura muy agradable. De hecho cuando entré me di cuenta que me gustó mucho más la terraza que adentro, el estilo, la decoración y además es menos ruidoso.
Pedimos unos tragos y unas brochetas de camarones apanados para picar, delicioso! Después los platos muy buenos, poco eso si. Estilo minimal. Para los hombres hambrientos, ciertamente insuficiente y dado que no es de precio barato el lugar, no vayan muy habrientos.
Yo pedí un filete con salsa de cabernet y polenta. A quién le guste la polenta y la carne, es él plato! Riquísimo, muy bien hecho, la carne justo como la pedí, jugosa y la polenta sólo comparable y tan buena como la de mi madre: cremosa y sabrosísima!
Otros platos pedidos fueron un mero, riquísimo también, cebiches y ensalada verde, todo bueno, pero en cantidades minimal.
El Jet Set criollo se pasea por el lugar lo cual, después de un rato, deja de ser tema y uno se dedica a lo que fue: comer, tomar y conversar.
Tomamos un Carmener La Joya Reserva, no fue de mi gusto la verdad. Me lo tomé, obvio, pero lo encontré muy ácido y grueso. Una de las razones por las que me gusta el Carmenere es porque no es un Cabernet y parecía Cabernet. De hecho la semana pasada tomé un "Los Mareados" ensamblaje Cabernet - Carmenere muy muy bueno. A veces no hay que innovar fue la lexión.
Los postres, maravillosos! El ya a estas alturas clásico postre de chocolate con centro líquido y helado de vainilla que he probado en todos los restaurantes que está (que no son pocos) y éste ha sido el mejor. También pedimos una Tarte Tatin, muy buena. Pero recuerden, todo en porciones minimal.......
El express muy bueno, justo en su punto y en unas tazitas hermosas.
Creo que le falta un poco más de rodaje a los mozos, en la rapidez. Todos muy amables y simpáticos, pero están medio lentos todavía y llegan tragos y platos en tiempos distintos. Eramos 8, es cierto y el restaurante estaba full, pero por el precio que se paga la atención tendría que ser, en mi opinión, excelente y le falta bastante para llegar a eso.
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Comentarios:
prueben en amorio....la "
El faln de Roquefort es
