Zully

Este sábado por fin pude volver a este lugar de estética tan única en pleno barrio Concha y Toro, acompañando a un amigo extranjero deseoso de ver algo diferente y especial en Santiago, pero que no necesariamente  encajara en el concepto de "lugar típico". El Zully está emplazado en una casona antigua restaurada con toques contemporáneos en su decoración, paredes de colores fuertes, con fotografías y dibujos de cómics, con lámparas y sillas que son una belleza. Creo que uno de sus principales méritos son las diferentes ambientaciones de sus salones, unos más íntimos y románticos y otros más lúdicos y grupales. La cava al lado de la escala es bastante original y el patio interior sería perfecto si no tuviera una ventana desde donde se ve y escucha todo lo que pasa en la cocina. La terraza merece mención aparte; vista magnífica pero casi siempre reservada sólo para eventos. La carta de vinos es bastante extensa, aunque el hecho de ser presentada en hojas sueltas impresas de computador le resta algo de su atractivo al comenzar a leerla. De todas maneras el Zully es reconocido por su bien escogida y extensa carta, que afortunadamente no se casa con ninguna distribuidora y se las arregla para tener lo mejor y más representativo de Chile.