Una experiencia feliz en el Akbar de Ñuñoa
Recientemente inaugurado hace un mes,Akbar recibe a sus clientes en un recinto refaccionado en lo que fue la antigua sucursal de Chilectra de Ñuñoa.Fueron varios meses los que dedicaron para convertirlo en lo que es:un lugar amplio,con terraza,sector de fumadores y de los que no fuman.Grato a la vista,con algunas similitudes de un Liguria aunque con incipente identidad.Para ir al meollo del asunto,buen y diligente servicio.Unos 15 minutos de espera en llegar el pedido pero bien los valió.De acuerdo a lo solicitado,llegaron unos ostiones a la crema(3 para ser exactos)deliciosos,hirviendo regados con queso derretido,unos camarones al pil-pil de igual factura y un pastel de jaiva de antología.Los tres platos servidos en unas fuentes de greda cada una acompañadas por unas largas,finas,calientes y crujientes tostadas.Cuando uno comía cada una de las preparaciones,sin exagerar,sacaba suspiros y exclamaciones: mmmmmmmmm.Y no es chiste.Así ocurrió virtualmente.De postre,helado de berries también de buena calidad.Todo regado de cerveza alemana negra y bebida cola diet para disminuir la culpa propia de dos golosos.Para dos personas bastante bien.Al llegar la cuenta:$12.200.
Absolutamente recomendable.
Akbar
Irarrázaval 3481
Ñuñoa