Trato Denigrante en Bar Mambo de Las Condes
Más de seis años llevaba frecuentando este bar de Las Condes, por sus buenos precios, buena música, buenos tragos y comida. Un lugar perfecto para un trago en la semana, muy cerca de mi casa. Hasta este viernes 24 de septiembre, cuándo al llegar con mi pareja, fuimos bastante bien atendidos y pedimos una copa de vino blanco, un alto del carmen y una pizza.
Los problemas comenzaron con el segundo pedido, y en rigor, desde antes, cuándo comenzamos a advertir que los meseros atendían de trago en trago, con sus vasos a un costado de la caja, discutían a viva voz frente a nuestros ojos, quebraban un vaso y aplastaban con el pie un balde de latas vacías al lado de nuestra mesa.
En este escenario...dificilmente podíamos llamar la atención para que nos atendieran y le pedimos al primer mesero que se nos cruzó (no a quien nos recibió) un segundo pedido: una copa de vino blanco más y otro alto del carmen, lo que tardó media hora en llegar por reloj.
A los 10 minutos nos avisan que la caja cerrará, motivo por el cuál pagamos antes de terminar con lo nuestro y estúpidamente, en agradecimiento al primer tipo que nos atendió, dejamos el 10% de la cuenta como propina. 10 minutos después, se acerca el segundo mesero y nos pide que por favor nos retiremos porque iban a cerrar. Educadamente, sin gritos ni prepotencia, le expliqué que por favor me permitiera terminar el trago que él había tardado media hora en traer. Su respuesta fue negativa pero se fue a apurar a otros clientes.
Al poco rato regresa, vuelve a pedirnos lo mismo, y considerando que aún había gente, volví a pedir tranquilidad. Pero esta vez el tipo se molestó y simplemente nos quitó los tragos de las manos. Frente a esto, pedí de regreso el 10% de la propina para irnos sin más qué discutir. No era el ánimo hacer escándalos: la situación era compleja, si bien estabamos molestos por la tardanza, porque ya habíamos pagado por los tragos y por la prepotencia de quitarnos los vasos de las manos, también entendíamos el riesgo de un parte si quedan clientes adentro. ¿Demasiado comprensivos? Sí...no se deben ofrecer tragos ni la caja debe cerrar a minutos del cierre del local, y debimos haber pedido de regreso la totalidad del valor del segundo pedido.
Pero esto no queda aquí. Una mujer que estaba en la barra se acerca a preguntar qué pasaba. Creí que cumplía un rol importante y le expliqué con mucha calma (contando hasta 10) lo que sucedía y qué nos iríamos en cuánto nos devolvieran el 10% de la propina. En esto aparece el segundo mesero, nos tira la plata encima de la mesa y me dice - ahí tení tu plata y cincuenta pesos de regalo - Acto seguido la mujer comienza a gritarme - Ah, ok, si no te gusta la gueá, entonces ándate a gueviar a otro lado - y a mi pololo simplemente le dice - Andate pa´tu casa gordito -
Nos fuimos entre gritos y un portazo, casi en shock.
Insólita actitud, denigrante, digna de cantina de mala muerte. El entonces lugar que prácticamente inauguré porque los antiguos dueños eran amigos míos, se convirtió en la peor experiencia que he vivido en un bar o restaurant. Desde pequeña con mi padre y mi familia, solemos salir a comer y siempre, lo más importante, por muy mala que fuera la comida, caro o feo que fuera un lugar, aprendí que una buena atención siempre hace más grata la experiencia.
Una lástima haber vivido esto en el que sentía era mi bar... Me encantaría que la persona que se hace cargo de este lugar tomara cartas en el asunto y este volviera a ser un lugar grato y no lleno de meseros borrachos, mal educados, y mujeres ordinarias que tratan a sus clientes a garabatos.
Atentamente,
M. Constanza Avello SM.