Tiramisú
La famosa pizzería ubicada en el barrio El Golf, que hace un tiempo ya, partió como una pizzería chiquitita, muy acogedora, y con una pizza excelente; buena masa, buena salsa, ingredientes frescos, de calidad y en su justa medida.
Nunca probé las ensaladas, y el único postre que siempre repetí era la panna cotta , siempre sin la salsa de frutos del bosque; sentía que se robaba la sensación provocada por la suave textura del postre, muy bien logrado en este lugar.
Poco a poco empezó a crecer, manteniendo el estilo de la decoración ,abrieron un comedor con una salida que mira la plaza , donde se encuentra un bar, y sector fumadores. Muy agradable, ya que el lugar es bastante fresco, y es una alivio en estos días de calor.
Me tomé un mojito, mientras decidíamos la pizza, y comíamos unas brochetas de camarón muy sabrosas pero secas, una bruschette de tomate y albahaca y otra con berenjena, la de berenjena muy rica.
Me decidí por la pizza de anchoas y champiñón, pizza que había pedido un par de veces. (en varias oportunidades extrañé los champiñones del Tiramisú, los que añadían crudos a la pizza y se cocían dentro del horno, manteniendo así su sabor fresco)
Para mi decepción me llegó una pizza con los champiñones pre cocidos, y una pequeñas anchoas secas.
De postre repetí mi opción de siempre; pedí una panna cotta, y otra vez me decepcioné, era un poco más vulgar que la de antes y no tan fresca.
Me ha quedado dando vueltas esto de ver un lugar crecer y perder su calidad. Tal vez si en vez de ampliar su local, se hubiesen aventurado abriendo otro, pequeño, en otro barrio, no habrían perdido lo que los hizo mantenerse en mi mente por largo tiempo, su calidad. Tal vez lo que saben hacer muy bien, era lo que hacían en un comienzo, algo pequeño, acogedor, de calidad, y en vez de agrandarse para abarcar su mercado, podrían haber repetido, en otro lugar, el modelo de negocios que conocían y que ya había sido elogiado con el favor del público.