SaborColor - Me costo tomar la decisión pero no me arrepiento para nada.

Como me encanta el CerroAlegre porque ahí viví mi época de universitario, enrumbé mis pasos hacia alláel día Domingo en busca de un lugar que me sedujera para almorzar.

Luego de caminar y sacarfotos, llegue a la conclusión que es imposible almorzar temprano en un diaDomingo. Todos los locales se están preparando para recibir a los comensalespero ninguno de ellos te ofrece la posibilidad de entrar a disfrutar de un buenaperitivo en el intertanto.

Luego de pasar tres vecesfrente a su puerta, observar las dos mesas en la vereda y leer la pizarra conel menú, este ultimo finalmente me tienta y me decido a entrar a SaborColor enla calle Templeman entre Urriola y el paseo de los 14 asientos.

El local es pequeño, estacasi vacío pero es acogedor. Al entrar a mi izquierda un bar con dos personasuna de las cuales me invita a pasar a una sala con solo 5 mesas de las cualessolo una esta ocupada por una pareja que ya disfruta de los últimos sorbos desu copa de vino y una agradable conversación de sobremesa.

El menú me plantea undilema entre la ensalada de pulpo o el tártaro alemán como entrada y el lomocon risotto o el salmon con salsa de alcaparras. Fiel a mi tradición carnívora,decido por el tártaro y el lomo. La entrada sabrosa y muy bien presentada. Elplato de fondo bueno, debo destacar que es una de los pocos lugares donde elpunto de la carne corresponde exactamente al solicitado.

El postre (mi debilidad eslo dulce) es un helado de chocolate rodeado de un nido de hilos de caramelo. Meencanto la presentación, sin embargo el helado no me deslumbro. El postre seofrece acompañado de un café o te. La nota especial es que te traen a la mesauna caja de madera con ocho frascos con diferentes variedades de te para que tuelijas por los aromas de estos. Buen detalle.

Me llama la atención que delas cinco mesas, las otras cuatro son ocupadas por extranjeros queevidentemente no domina el español al cien por ciento y al mismo tiempo losempleados del local no manejan el  inglesen forma adecuada. Creo que un esfuerzo en el idioma les puede ayudar mucho enentregar un grado de satisfacción aun mayor a los turistas extranjeros. Noobstante lo anterior, se aprecia un genuino interés por atender bien.

No soy un experto culinarioni pretendo darme aires de critico gastronomico pero pienso que es un lugarpara disfrutar un menú de dia domingo y quedar con ganas de volver. Que puede mejorary ser mejor, por supuesto que si.

SaborColor, Templeman 561,Cerro Concepción, Valparaíso.