Refrexión: Vuelta al Ligui (de mi corazón)
Le puse el gorro a mi restaurante favorito, por negocios almorzamos en Happening y Nolita por primera vez. Sin ENVIDIAS que esos almuerzos no admiten ni una gota de vino (cuan crimen), y tampoco hay mucho relajo como para engullir todo lo que quisiera.
Anoche volví al Ligui, como le decimos con cariño al Liguria de Luis Thayer, donde nos sentimos como en casa, allá pido como quiero y me relajo con menos tenedores y sin ceremonias.
Quién dijo que no merece figurar entre los nominados a mejor restaurante 2007? porque los platos no están en Francés, porque no te ponen cuchillo de pescado, porque no tienen atún del pacífico cuscus o ensalada de mango (puros platos añejos de repetidos). El Ligui merece aparecer y por qué no también ganar, su calidad es constante y es comida Chilena, la de mi corazón.
Donde comes bien, lo pasas bien, escuchas buena música, te encuentras con los amigos, donde hay onda y mucho más.
Mis favoritos: Ravioles con ricotta, ensalada fresca, pescado frito, papas al merquén, puré picante, machas a la parmesana, sopa de almejas, pisco sour con miel, vino con chirimoya, torta de mil hojas (la más rica de todas) y tres leches !
Los que no han ido: deben conocer la máquina de café, un monumento ¿Dónde probaste un café cortado más rico? Gran barra, quién no se ha tentado con esa galería repleta de vinos! Piso de ajedrez, escala de marmol, espejos antiguos y enormes! Vale la pena, Vale