Ponle Cacao

Anoche fui a cenar al restaurant Ponle Cacao. La verdad es que no sabía a lo que iba, por lo que me sorprendí un poco cuando llegamos. Lo que marca la diferencia en este restaurant es que uno se cocina su propia comida. Las mesas tienen en el centro un disco en el que los comensales participan activamente en el proceso de elaboración del plato.
Uno elige los ingredientes, los que cuestan aproximadamente 12.000 por persona.
Pedimos el disco Ponle Cacao para 5 personas, pero comimos 6. Incluía carne de vacuno, pollo, camarones, piña, dientes de dragón, cebolla, arroz, papas y verduras. Para orientarnos un poco en la preparación te pasan una hoja con las instrucciones básicas y los tiempos de cocción de cada ingrediente. Nos quedó rico, pero nada fuera de lo común. Mi mamá era de la opinión de que era una lata pagar por cocinar y más encima por la mitad del precio uno consigue los mismos ingredientes y los prepara en la casa.
La atención de los mozos es bastante deficiente, sobre todo considerando que no tienen que repartir platos preparados que salen de la cocina y que el lugar es pequeño y no estaba lleno. Se demoraron mucho en traer los tragos y cada vez que pedimos una bebida extra (porque nos quedó bastante picante la comida) se demoraron muchísimo.
Finalmente pedimos postres, yo comí un almendrado con chocolate blanco que estaba muy rico. Eso si que uno de los postres lo trajeron como 20 minutos después que los otros.
Las mesas son todas del mismo tamaño, circulares para 5 personas cómodas, 6 apretadas. Yo las habría hecho un poco más grandes porque como uno tiene que maniobrar mucho se hace medio estrecho.
Lo mejor fue que lo pasamos muy bien, porque la situación se presta para una buena conversación.
Es recomendable, pero sólo para ir una vez porque ya se acaba la novedad. Ideal para parejas, porque tiene su encanto la preparación en conjunto.
Tiene estacionamiento amplio y gratuito.

Dirección:  Av. Francisco Bilbao 497 casi al llegar a Av. Italia