Opera Catedral, casi habitual

Escrito por: gi espinoza
F01 Ene 2010
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Nuevamente en el Opera Catedral, ha pasado bastante tiempo de mi primera vez. No podría contar las veces que he ido, por lo general después de mi Bar habitual a la hora en que llegas a bailar; la hora del DJ.

En ambiente sigue más o menos igual eso de bastantes grupos (3 0 4) de mujeres y hombres solos, las mujeres por lo general al frente o cerca de la barra, pero no en la barra, a no ser que estén acompañadas, los hombres en la barra y alrededor de ella. Después de las 2:00am, todos mezclados (jaja). También hay grupos mixtos, pero esos siempre están en la parte más lounge.

Este día en particular un miércoles llegamos a las 1:00am aprox. Habíamos pasado por el Xampañet y Santo Remedio (City Tour?), llegamos y había poca gente nadie bailando, subimos a la terraza la cual no conocía, hermosa por lo demás, pero estaba más desierta aún y como habíamos ido con la intención de bailar bajamos. Aunque estaba el DJ, el ambiente no ameritaba baile no sentamos y llegó el Garzón, el cual parece que estaba un poco apurado, yo tenía hambre por lo que le pregunté por un plato de la carta, dijo: no la cocina está cerrada....entonces no podemos pedir nada para comer? pregunté, respondió; sólo las brochetas indicándolas en la carta, las pedí, no era mi idea pero bueno es lo que había, con una copa de Carmenére buenísima, no tengo idea cual, porque yo quería Pinot Noir pero no había en copas. Todo finalmente me lo indicó él, mis amigos no quisieron nada de comer sólo beber, posteriormente me colocaron cubierto sólo a mi, primero trajo el pan que venia calentito, a esa hora genial, con la mantequilla mmmm, aunque al probarla pensé que era margarina, pero finalmente creo que era mantequilla. Cuando llegó mi plato se veía maravillosos, exquisito, venían las dos brochetas de muy buen tamaño sobre una papas que no sé el nombre pero estaban riquísimas, eran con cáscara como las doradas caseras, pero más gruesas, bueno definitivamente eran mucho más que eso, las carnes se veían jugosas y lo estaban, me sorprendió la longaniza de ciervo que traía, era exquisita, nunca había comido, la carne y todo lo que venia, todo estaba realmente exquisitos. En esos momentos sentí que me estaba perdiendo varias cosas por preferir llegar después de cenar. Pero bueno, finalmente como estaba tan rico todo, quise que mis amigos (2) la disfrutaran conmigo, casi los obligué a probar el primer bocado, finalmente terminamos los tres degustando y la cantidad del plato alcanzaba perfecto para esa hora.

Como sólo me habían puesto cubiertos a mi, teníamos que hacer algunos malabares y comer con los palitos de las brochetas (desarme las brochetas y todo lo coloqué en el plato) y todos con el mismo tenedor y cuchillo, a esa alturas habíamos pedido más cubiertos, pero no los traían, porque todo el entorno del lugar ya estaba listo para cerrar, en momentos sentí que éramos  como los invitados de piedra, esos que invitas a tu casa y nunca se van y no tienes la confianza para decirles que se vayan, te aburres de hacer cosas para que se den cuenta: bostezas, casi no hablas y aun así no se van, esa sensación me dio, pero esta vez la invitada de piedra era yo, y el garzón estaba casi tratando de que nos fuéramos luego. Para cuando llegó el cubierto extra (por otro garzón que se apiadó), ya habíamos terminado las brochetas y hasta cumplimos con el objetivo. El DJ colocó un tema que ameritaba baile, obvio que sólo hicimos el loco las dos mujeres porque mi amigo nos dio fuerza y nos animó, pero sentado, la verdad creo que me dio un poco de vergüenza jajaja, pero el momento y la canción lo ameritaba.

Ese día entendí, porque siempre vuelvo y prefiero mi lugar habitual, si bien es cierto en el Catedral veo varias caras que antes vi en mi Lugar Habitual, utilizan la misma mostaza, el mismo aceite, y aceite balsámico, hasta diría que la misma alcuza, y la calidad es excelente, hay una diferencia grande para mi, y esa está en que siento que casi todo el personal del Catedral está de paso y no está haciendo oficio, y es ahí donde se marca la diferencia. Pienso que esa falencia se transmite de los dueños, porque creo que para tener un buen lugar que perdure en el tiempo y no muera después que pase de moda, no basta tener un exquisito gusto en decoración y gastronomía, si no también oficio, que se demuestra con el tipo de personal que contratan y cuánto invierten en el. Y digo invierten, pensando en capacitación también.

Salu2,

Gi.

 

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Gi Espinoza

Comentarios:

Hace algunos días tuve la dicha de conocer este lugar. Una cosa que me llamo la atención, es tanto hombre suelto y solo que anda por ahí... amarrenlos por favor!!... Excelente lugar, aunque en ocasiones esperar por más de una hora una tabla para picar, sobrepasa los limites de paciencia de cualquiera.

Nunca había comido brochetas en el Opera ($5.600) porque soy bien buena pa'l diente y me tincaba que iba a quedar con hambre. Pero grande fue mi sorpresa el otro día q las probé, ricas ricas. Longaniza de Ciervo, muy sabrosa, la carne rica, cero grasa, nervios, etc, y las papas...Oh Papas... A mi en general me gustan, a mi pololo no mucho pero con éstas quedó fascinado (tanto así q voy a ir de nuevo a ver como se hacen para copiarlas, me encantaron). Así que amigos, no se asusten por el tamaño de las brochetas ni piensen que les van a quedar en la muela, les garantizo que no. (A menos que no hayan comido nada en 8 horas claramente)

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