Ombligos de pollo...
Ya he dicho que no me gustan las vísceras... pero sólo una se escapa a esa afirmación: los corazones de pollo, debe ser porque después de todo son músculo y lo suficientemente pequeños para no saturar. Además que son baratísimos!
La primera vez que los comí (así enteros e inconfundibles) fue hace siglos en el cumpleaños de un amigo; salteados en mantequilla, con ajo y vino blanco; en una fuente con sus jugos y acompañados de salsas al gusto (mayonesa, salsa golf, palta connoseque, etc) duraron menos que un ___ en un canasto ;). Desde ahí que ha sido un agregado obligado en la plancha de las parrilladas.
Otra forma que me ha dado por prepararlos es cortados -por eso mi hija los bautizó así, que cortados parecen ombligos- (para que no se vean tan grotescos, además que enteros son demasiado grandes para un bocado de cabro chico), salteados con verduritas (cebollín, pimiento, zanahorias... lo que caiga) champiñones, diente de dragón y soya... así onda chapsui, y acompañados de arroz.
Quedan de relamerse :)
Se los recomiendo...
Las,