Olan...después de unos años
Hola a todos...
mi historia con el Olan se remonta a sus inicios, cuando se instalo casi en la esquina de Seminario con Rancagua, un día caminando por ahi ( vivo en el barrio), lo vi y con mi polola (ahora Sra), decidimos entrar a conocer la comida peruana, y la verdad es la que mezcla de sabores, las variaciones que hacen la diferencias, sencillamente nos cautivaron; sin mas nos hicimos fans de la comida Peruana, y salvo el Astrid y Gaston (demasiado caro), creo que hemos estado en la gran mayoria de los restaurantes de comida peruana, que suenan en el circuito santiaguino (pasando por algunos en Cuzco y Lima).
Bueno, como parroquianos del sector, hace tiempo que EL Olan lo habíamos dejado de lado, por lo latero de hacer fila para entrar, y lo estresados que estaba todo el ambiente; ayer, sin mas se nos ocurrió volver (pero al local grande); llegamos y habían mesas disponibles(Ohh, sorpresa), y no había lista de espera: así que entramos!
Bueno, lo primero que note es el alza de precios, aunque de acuerdo a la calidad de lo que comimos, no me parece un exceso:
A penas nos sentamos, pedimos dos sours peruanos ($2.900 c/u) y un cebiche Mixto ($5.800), ambas cosas muy buenas, como siempre
A la hora del fondo, sin dudarlo pedí un lomo saltado ($6.000), y Fer una Reineta Chorrillana ($5.200), ambas cosas acompañada de una Cuzqeña y una Coca Light.
Raya para la suma: una velada agradable, con comida sabrosa y fresca; sin dudarlo recomendaria volver a darse una vuelta por esos lados.
Slds!
Julio