Magnolia
Hola a todos! Este es mi primer post en La Buena Vida, aunque los sigo desde que esto era el blog de Alvaro Portugal. Llegó una invitación a mi blog para que publique acá un post que puse en mi blog sobre el restaurant Magnolia.
Lamentablemente, al igual que La Buena Vida, ayer me enteré por el blog de Leo Prieto que este restaurant cerrará a fines de año, pero creo que si alguien se anima a ir a conocerlo antes de eso, vale la pena, así que se los dejo:
El otro día mi novio, me llevo como sorpresa a comer a un restaurant donde hace mucho tiempo tenía ganas de ir: Magnolia. Y estos años de espera se lo merecían: lindo el lugar, tranquilo, pero era día de semana, buena la atención, rápida y maravillosa la comida. Luego supe que más lleno la atención no es tan expedita, pero al menos mi experiencia fue esa.
Comenzamos con un pisco sour muy rico -él- y yo un tamarindo sour, delicioso, lo recomiendo. Un satay mixto, que son brochetas de camarón y de pollo con salsa satay, que tiene coco y maní y otras cosas indescifrables, pero que me encantaría descifrar. Y Batata Vada, unas bolitas de papa con varias cosas más pasadas por harina de garbanzo y fritas, con otra salsa indescifrable, pero rica.
De fondo, yo pedí algo así como un panqueque, pero con leche de coco, relleno con verduras, pollo, camarones, cilantro, albahaca y menta. Exquisito, con un aderezo que me parece era de vinagre de arroz. Claudio pidió unos camrones en salsa de tamarindo, acompañados de arroz aromatizado al jazmin. ñamis, riquísimo.
De postre compartimos (ya estabamos más que satisfechos, pero había que probarlo): unas bolitas de plátano y coco, rebozadas y fritas, servidas con helado de vanilla. La mezcla de postre frío y caliente es increíble. Me encantaría tener la receta!