Luna de Miel en BAHIA Brasil: Sabores y Dolores
Se aproximaba nuestra fiesta de matrimonio, y como toda novia que se precie, debia estar lo mas delgada posible para lucir mi vestido, hice la mas feroz de las dietas y gimnasio dos veces al dia durante dos meses, resultado: novia impecable pero con un hambre de troglodita.
Al dia siguiente de la fiesta de matrimonio viajabamos a Brasil, a disfrutar de nuestra luna de miel en Bahia, me habian comentado que la gastronomia era exotica pero con sabores de maravilla, a estas alturas yo solo pensaba en pasarme los siete dias de viaje comiendo todo lo que me pusieran por delante, flaca como la mas fotografiada modelo.
En la fiesta de matrimonio me comporte como una dama, mi flamante marido alababa mi fuerza de voluntad, pero insistia en que probara uno y otro de los suculentos platillos de nuestra fantastica cena....resistí. Faltaba poco o nada para el festin.
Nos despedimos de la familia en un frugal almuerzo al aire libre y partimos de viaje. En el avion me fui sintiendo cada vez mas mareada y descompuesta, llegamos directo a primeros auxilios del aeropuerto, me dieron algo para el mareo y al hotel. Esa noche solo dormi, no pude comer ; al dia siguiente ya me sentia mejor y bajamos al primer piso, donde nos esperaba un desayuno buffet digno de reyes. Comence a probar una tras otro los panecillos y pasteles dulces, no podia estar mejor hasta que un mozo nos ofrecio leche caliente para el cafe....fue oler los vapores de la leche y sentir una repulsion extrema, que me hizo saltar de mi silla en direccion al aire libre y fresco de la mañana. No quise probar nada mas.
Paseamos por diversas playas y llegamos a almorzar a una rustica posada donde servian la mejor carne asada de Bahia....carne de Cebú. No pude probarla, la misma sensacion de la mañana, el olor, la repulsion, el escape.
Asi pasaron siete maravillosos dias, donde lo unico que pude degustar fueron galletas de soda de marca chilena, que llevaba una experta viajera para casos de emergencia, Coca cola Light, algunos caramelos, y papas fritas envasadas. Mientras mi marido daba cuenta de las mas exquisitas preparaciones locales, feijoadas, fritos de moquecas (pescados y frutos de mar con leche de coco y aceite de dendê), la casquinha de Siri (cangrejo) y el acarejé (masa de chicharo rellena con camarones y se fríe en aceite de palma), yo a su lado con un pañuelo empapado en perfume tapando la nariz y media cara, y deleitandome solo con su expresion de gozo al probar cada bocado.
Regresamos a Santiago y lo primero fue visitar al medico quien me confirmo un diagnostico de Sindrome de Hiperemesis gravidica, o nauseas graves por embarazo. Afortunadamente pude recuperarme al mes sigueinte, y devorar cuanto pude con la excusa de un feliz embarazo.
nauseas