Lugares Sobrevalorados
¿Han estado en locales donde, objetivamente, podemos decir que su fama es más marketing que calidad?
Me pasó en el Emporio La Rosa. No niego que he comido más de alguna vez en él, comunmente los domingos en la mañana y siempre que haya alguna mesa dentro del local disponible. Pero de este restaurant me llaman la atención dos cosas:
1. Vivo a la vuelta del Emporio y me causa risa que con frío extremo, calor extremo o incluso con una pequeña garúa, siempre hay algun comensal dispuesto a aguantarse esto con tal de estar sentado al lado de cualquier famosillo que se las da de "alternativo" y que frecuente el local.
2. Además, comer afuera tiene su precio. Un domingo abrí los ojos como a las 2 de la tarde y se me ocurrió ir a comer ravioles con ricotta. Ya que no pude sentarme dentro, tuve que "compartir" con los famosillos afuera. Despues de esperar por mis ravioles con ricotta, inundados de aceite de oliva y todos pegoteados, me encuentro con la "grata" sorpresa que llega el señor del organillo a tocar allí, el niñito de los calendarios (con su famosa frase: "nadie me quiere comprar calendarios"), una viejita media loca que grita y te quita las servilletas y, de postre, recibí a un señor con un exquisito bouquet tratando de tocarte. Ahora, mayor fue mi sorpresa cuando despues de ver todo esto y de mirar mil veces a la garzona, que se hizo la loca todo el rato, me paré a preguntar si ellos podían hacer algo para terminar de tomar mi tecito y me dice: "lo siento, pero nosotros no podemos hacer nada porque la calle es pública y ellos tienen el derecho a caminar y andar por acá". Es decir, no puede ser que cuando te conviene la calle es tu "terraza", pero cuando no, la calle es "pública".
Afortunadamente, el Divino Anticristo ese día estaba fuera de Santiago....