Los venti de Starbucks Coffee...
Esta mañana pasé a Starbucks Coffee, el local que ubicado en Agustinas entre Morandé y Bandera.
Vale decir que ya lo conocía, había pasado a los locales de Pedro de Valdivia y Los Leones. Si bien los cafés no son baratos, pueden llegar a ser adictivos. Comentario aparte merecen los comestibles, que no tienen nada de adictivo y son bastante caros: un muffin a $950? o un trozo de torta de chocolate a más de $2.000? Me parece excesivo, pero a quienes les gusta la onda Starbucks veo que los comen sin la menor pena de sus bolsillos.
Y bien, volviendo al café, hoy pedí uno de mis favoritos: cocoa capuccino tamaño venti ($2.300), asaltada por la tentación de tomarme 500 ml de café.
Pero... surprise! cuando me acerco al mesoncito para endulzarlo y agregarle nuez moscada y canela, le saco la tapa y veo que la espuma de leche disfrazaba unos 80 ml de espacio sin líquido...
Me devolví al mesón donde uno espera su café y le dije a la niña que me entregó el cocoa capuccino que había pedido un café venti y no uno grande en envase de venti. Me contestó que así lo tenían que preparar. No quise discutirle más porque sé que los chiquillos únicamente hacen su trabajo, que en parte significa también seguir las políticas de la empresa.
Sé que para la próxima me bastará con comprar un café grande.