Hoy fuí a la cocina de Javier, restaurant épico de las paellas, bueno obviamente fuimos a degustar tal plato pero en general la atención no fué de las mejores, talvez al tener aspecto joven no somos tan atractivos para los meseros, ya que tuvimos que hasta solicitar a la encargada que nos sirvieran ya que los mozos no se daban por aludidos cada vez que les solicitabamos que nos atendieran. Al final de la comida, si bien estuvo sabrosa, le comentamos a la encargada de que la atención nos había dejado disconforme y que encontrabamos que era una buena oportunidad para que lo tuvieran en cuenta y mejoraran tal aspecto. Al salir del lugar uno de los mozos salió de manera molesta a preguntarnos que nos había parecido mal, le explicamos que noe estabamos conformes de la atención y en seguida salió la encargada y otro mozo a detenerlo y pedir las disculpas. Creo que es extraño y desagradable pasar por una situación así cuando uno solo exige que se le atienda acorde al valor del servicio que paga, aún más cuando se agrega la propina del ¨servicio¨. Ahora pensaría 2 veces antes de volver allí.
