En serio? Nadie ha escrito acerca del Alegre?

Fue un arranque tipo baby moon, onda

- y si vamos al Alegre?,

- pero dicen que es caro,

- filo, la tarjeta aguanta y después con dos ninos no vamos a poder venir jamás,

- Vale

Subimos el cerro con panza y todo (en el camino llamamos para reservar mesa - innecesario considerando que era hora de almuerzo) y nos instalamos, a pasos del Paseo Yugoslavo, en el renovado Hotel Astoreca.

(Vale la pena la historia, aguante.)

El espacio muy minimalista, las lamparas increibles, las mesas simples. La atención un poco fría, pero vamos, quién quiere un mesero calugoso?!

Pedimos el menú de degustación largo; yo iba a pedir el corto y mi marido el largo, pero nos explicaron que estos menúes tienen tiempos y que no era la idea (segundo filo, ya estabamos en esas). Honestamente no recuerdo todos los platos, pero es lejos una de las experiencias culinarias mas agradables que he vivido en el último tiempo. Dentro de los platos que recuerdo había una sopa de tomate fría en un frasco (muy entretenido), un pastel de choclo con un toque de cacao (sublime) y un terremoto bastante elevado que no pude terminar porque había que ser responsable con la criatura en el vientre; todo esto coronado por un bonsai de dulces y chocolates. Cada uno de los tiempos de este menú vale lo que se paga y si tiene la suerte de acompanarlo con el correspondiente maridaje, habrá sido testigo de una nueva cocina chilena (así de categórica).

Sin duda una real experiencia gastronómica. Imperdible.