El viaje que marcó mi carrera
Una experiencia cervecera que recuerdo muy bien, porque me cambió la vida para siempre, fue mi viaje a EE.UU. en el año 1994. Recién egresado y titulado de la universidad, me fui de viaje con mis viejos a visitar familiares en las afueras de Boston. Hasta ese entonces no sabía nada de cerveza casera, ni de cervezas experimentales fuera del Reinheitsgebot. Tenía la mente cuadrada como buen cervecero alemán.
En la casa de mi tía, mi primo me recibió con una gama de cervezas impresionante, sabores diferentes, texturas, colores, aromas de estilos como Indian Pale Ale, Imperial Stout, Honey Porter, Amber Ale, Cherry Wheat, Barley Wine - en fin, un universo completamente nuevo para mi de entonces poco educado paladar.
Había cervezas de Samuel Adams, Pete´s Wicked, Flying Dog, Harpoon y muchas más. Al día siguiente me llevó a visitar un “homebrew store”, lugar donde se vendían insumos para hacer cerveza casera, un hobby con muchos seguidores en EE.UU. Ahí podías encontrar diferentes mezclas de maltas especiales, una variedad de lúpulos desconocidos con aromas fantásticos, literatura, cervecerías completas para 100 lts…era como llegar al “Beerwahna”, el cielo de los cerveceros caseros.
Después fuimos a conocer el “Commonwealth Brewhouse” en Boston, un brewpub/ restaurant muy exitoso en estos tiempos, donde probé seis cervezas diferentes hechas en el mismo lugar, participé en un tour, conocí al cervecero y me empapé con la filosofía de los “American Craft Brewers”.
Para rematar mi experiencia, de regalo de despedida mi primo me dio el libro “The complete joy of homebrewing” de Charlie Papazian.
Este libro se transformó en mi biblia durante muchos años y fue nuestra guía espiritual con Frank, mi compañero, amigo y también maestro cervecero. Juntos emprendimos nuestro primer negocio en Berlin – la “Bier-Company”: Primer lugar en Alemania para dictar cursos de cerveza casera, vender insumos y equipos, ofrecer cervezas importadas de Bélgica, y producir en el sótano cervezas experimentales completamente insólitas para el paladar alemán y, además, fuera de la ley, pues cervezas con ingredientes como miel, jengibre, ají, ginseng, frambuesa, cáñamo etc… no están permitidas en Alemania. Pero lo hicimos igual y durante cinco años funcionó este laboratorio que dejó su huella en cada quien tuvo la suerte de poder trabajar allí. Nuestro pequeño localcito se transformó en el anhelo de muchos estudiantes de “cervezología” de la Universidad egresamos. Gloriosos años locos, de puro Rock and Roll y pasión desenfrenada por la cerveza, coronados incluso por la sorprendente visita del gurú mismo – Charlie Papazian, con quien compartimos dos días en Berlín y una cata inolvidable de cervezas exóticas.
Mirando atrás, todo hizo sentido y de alguna manera Kross es para mi la continuación lógica y más madura de lo que comenzamos a hacer en la Bier-Company, hace ya 15 años atrás. Más aún porque hace ya cinco años contamos con el valioso aporte de mi viejo compañero y amigo Frank. Pero esta vez el proyecto cuenta con un profesional en la parte comercial (Jose Tomas, obvio!), lo que le faltó a nuestro primer proyecto para ser exitoso.
Para rematar mi historia, el año 2008 volvimos a encontrarnos con Charlie, esta vez en nuestra recién estrenada planta en Curacavi. El mundo cervecero es redondo. Todavía guardo la foto de nuestro primer encuentro en Berlin como hueso santo, con el clásico saludo de Charlie, escrito con su puño y letra: “Relax. Don´t worry. Have a Homebrew!”
Asbjorn Gerlach
Maestro cervecero
Socio fundador cerveza Kross