Me habían recomendado hasta el cansancio el Emporio La Rosa. Que es muy chic, que los helados son espectaculares y que no hay nada igual en Santiago.
Paseando por el centro, nuevamente con mi novio, le hablé del dato que me habían dado para ir a tomar un rico helado. Él, acostumbrado al Bravíssimo, aceptó mi invitación.
Llegamos al local que está ubicado en el barrio Lastarria. Digamos que la locación está bastante bien porque acapara una esquina bien vistosa. El lugar no estaba lleno pero sí había bastante gente, lo que dio pensar que al parecer sí era recomendable el Emporio.
Y bien, para empezar, la atención fue pésima: la cajera, con mala cara y mala disposición nos preguntó qué queríamos. Pagué dos helados dobles ($1.350 c/u) y a continuación, escogimos los sabores, que por cierto, es muy poca la variedad que tienen.
Mi novio pidió helado de plátano con miel de palma y lúcuma. el primero en realidad era helado de leche con plátano y la miel de palma era un miserable chorrito que le pusieron aparte, en tanto que la lúcuma no tenía nada del otro mundo. Yo pedí helado de rosa y chocolate naranja: el primero era un simple helado de leche que al final dejaba un leve gustito a pétalo de rosa y el segundo sabor... era chocolate normal con un par de celditas de naranja que no se notaban para nada y el contraste era nulo. Además, debo mencionar que las porciones que te sirven dejan con la sensación de que pagaste mucho por una cosa tan pequeña.
En fin, no recomiendo para nada el Emporio La Rosa. Pienso que está sobrevalorado por el hecho de ofrecer sabores distintos, que en fondo no tienen nada que envidiarle a los helados de yoghurt de frutilla o frambuesa, pie de limón blanco o strudel de manzana del Bravíssimo.
