El lado malo de ser tan bueno
Por enésima vez anoche traté de ir al Olán y otra vez lo mismo, lleno, lleno, lleno!!! Llamé toda la tarde para reservar pero no tuve éxito, nadie contestó el teléfono que aparece publicado en este mismo blog y no pude encontrar ningún otro en Internet. Ni ahí con esperar, mi amigo andaba con esguince en una pata y había que sentarse luego. Sinceramente me alegro por ellos, qué mejor confirmación de lo bueno y consistente que son, pero creo que me tocó el lado malo de tal situación. Supongo que me va a pasar lo mismo que cuando intenté todo un año hacer reservas para el Pasta e Vino, no hubo caso, siempre llamaba muy luego o muy tarde, que ahora es con reserva, que ahora no es con reserva... que laaaaaaata, al final me aburrí y simplemente traté de borrar de mi mente el mentado boliche. Obligada a pasar de largo a consolarme al elBarcelona; no es que sea malo si no todo lo contrario, pero cuando uno anda con ganas de comida peruana, tiene que ser comida peruana pues! Ya me pasó otra vez que encontrando lleno el Olán nos pasamos al Alto Perú, que en general estuvo bien, pero es que NUNCA LLEGARÉ A CONOCER EL OLÁN??? (qué histérico, jejejeje).
Saludos