Ebano
El Ebano es lo que más se acerca a mi ideal de restaurante en todos los sentidos: ondero, decoración limpia y cool (igual odio un poco las sillas), buena música, buen ambiente, buena carta de vinos y BUENA COMIDA. En verano tiene la mejor terraza de Ñuñoa, no afuera (que siempre está llena), sino adentro en su patio con palmera, piscina y globos de luz, sobre un entablado con cómodos asientos.
Además de Happy Hour en tragos tiene Happy-Hour en Sushi (precio especial) de Lunes a Miércoles (Ebano roll está full). También recomiendo 100% la Tabla Ebano, muy variada, con bombones de pollo, cebiche y machas y a $10.000 la última vez que fui, Top 1.
La barra hace la espera muy agradable, con Raku (barman) atento a la jugada; yo siempre le pido lo mismo, un Cosmopolitan que lo sirve turbio y con harta textura a berries (consistencia tipo gazpacho, ja!), bien bien rico. La atención es lo más rápida que permite un lugar regularmente lleno y con una cocina de preparaciones bastante rigurosas en materia prima y tiempos de cocción, pero en general son chicos jóvenes con buena actitud, y con dueños también jóvenes, piola y atentos - la Carola y Gonzalo -, siempre chequeando que todo ande sobre ruedas.
Si quieren ver carta y $$$, entren acá, no quiero aburrirlos con enternas recomendaciones. Sólo una sugerencia, si es que está todavía, prueben el risotto al vino tinto con ragout de mariscos; se van a acordar de mí. Además de ese plato tienen varios otros muy entretenidos y novedosos; si quieren pescado por fa prueben el congrio al merquén....mmmmm, bueno bueno.
Igual me cargó que se cambiaran al Mundo del Vino; desaparecieron vinos notables como los Sutil Viognier y Chardonnay Mistral, pero entró un tinto de miedo, el Cabernet Reserva de Indómita (ojalá encuentren una cosecha 2005). Junto al risotto sería una noche de luxe.
Jueves y viernes, los rockeros sacan free pass al eterno carrete de música en vivo de La Batuta.
Qué más se puede pedir para un San Jueves? yo, nada más!