DALOU

Me recomendaron un nuevo restaurant, lo que me pareció muy interesante y partimos a  averiguar que tal.....

Al llegar nos encontramos con una imponente arquitectura que resalta de su entorno, al entrar una buena recepción, posee diferentes salones con  mesas apropiadas que lo hacen reservado y acogedor, la musica agradable de volumen moderado, permite conversar de manera tranquila que era lo necesario para mi almuerzo de negocios.

Para empezar pedimos una quiche lorraine (hay mas variedad), de fondo un filete en salsa de pimienta negra con cognac y como dejar de probar el confit de canard, esto acompañado por un vino orzada carignan, de postre el clasico creme brulee, todo un deleite al paladar muy bien logrado.

La atencion muy profesional, su chef se hace presente procurando la satisfaccion de sus comensales, por tanto dan ganas de volver, unos dias despues lleve a mi señora a cenar, su carta posee ensaladas (uds. saben que ellas lo agradecen) esta vez pidio de entrada tartaro de salmon,   para no ser menos pedí un carpaccio de salmon con pesto  parmesano y pimienta rosada, luego ensalada de endivias con queso bleu y nueces, yo strogonoff, recomende y repeti el postre creme brulee, simplemente una cena exquisita.

Recomendable 100%, la relacion precio calidad esta muy bien, la atencion excelente, el lugar calido y acogedor.