Da Carla...
El fin de semana, fui al Da Carla de nueva costanera. Lindo lugar, lindo barrio. El sol ese domingo, inundaba el lugar, y lo hacía aún más acogedor.
Fuimos 7 personas, compartimos 4 entradas que demoraron no menos de 45 minutos en llegar. Demasiada espera, que ya no hacía tan agradable el almuerzo. Y eso que el lugar no estaba tan lleno. La explicación fue que en el segundo piso había una mesa de 12 personas (!?)...y demoraban todo..garzones habían de sobra.
Pero en fin, machas a la parmesana en distintas preparaciones, que se maanifestaban más por su salsa que por las machas. que casi no se notaban. Al final uno comía un rico pesto, rica crema de aceitunas, rico parmesano, rica salsa de tomate y alcaparras, todo rico, pero de las machas nada.
Camarones al vodka, con endivias grilladas. Buenísimo. Camarones sabrosos, de calibre algo pequeño, pero de sabor y textura agradable. La endivias dulces, ricas.
Un carpaccio de pulpo, bueno, pero mezquino.
Pedi un agua mineral por lo menos 4 veces, demoraron unos 15 minutos en traerla, el tema del tiempo fue brutal.
Los fondos, demoraron unos 25 minutos más. Pastas y pescados. La Grillata del Porto que junta tozos de mero, congrio y atún a la parrilla, con verduras y papas asadas. Buen plato, pero nada de otro mundo. El mero y el atún buenísmos, pero el congrio se notaba congelado, y no con la firmeza que lo caracteríza. ($16.000!!)
En pastas, unos ñoquis rellenos de papas para el olvido. Chiclosos, latigudos, no con la suavidad que uno quiere en los ñoquis. Ademas que venian 3 grandes ñoquis, como con la apariencia de los canellonis.
No fue una experiencia para repetir. Sorprende por que el Da Cara solía ser uno de los lugares en que te ibas a la segura.
Por platos que van de los 9.000 a los 16.000, se podría esperar un mejor servicio. Hubiera cambiado los intentos de amistad del garzón, que se esforzaba en hablarnos en italiano, agregando a cada palabra un ini final, que no resultó simpático, por más prolijidad, y por una cocina más dinámica. Lentooooo.