Comiendo en Bogotá
Este será mi inaguración en este sitio, después de leer los variados comentarios, criticas y opiniones, tan solo espero estar a la altura de lo escrito por otros miembros:
Cena en Restaurante San Isidro, Cerro de Monserrate, con espectacular vista sobre la ciudad de Bogotá. Llegamos puntualmente a la hora de nuestra reserva (con ocasión de la partida de nuestra cuñada hacia Chile) las 8 de la noche, correctamente recibidos por una alfombra roja y anfitrión al subir al teleférico (viaje de 6 minutos hacia la cumbre), nos ofrecen un licor cortesía de la casa (Amaretto con Licor de café o crema de café), subimos y nos reciben nuevamente, nos guían al restaurante, nos llevan a la mesa (reservada para 3 y montada para 3) aparentemente cero improvisación, lugar agradable, clásico montaje francés de la mesa, detectamos un olor antiguo a humedad, es desagradable luego de pasado unos minutos nuestra nariz se mimetiza y ya no nos incómoda.
Llega el agua, la mesa tiene unas copas de diseño muy antiguo, no van acorde a la vajilla, copa de Vino es llevada a la mesa si uno pide vino de la casa o botella. El montaje de la mesa es con plato base, doble cubierto, plato y cuchillo de pan y la copa de agua. Nos ofrecen cocteles y luego vinos, nos recomiendan líquidos para beber, solo pedimos jugo, gaseosa y cerveza Club Colombia (placer culpable mío desde que vivimos acá). Nos llevan los líquidos servidos con bandeja, nos llama la atención ya que en este país se acostumbra a llevar y retirar todo en la mano.
Luego y correctamente en los tiempos de servicios, Nos llevan la Carta (títulos en Francés y explicaciones en Español ¿?); pasados unos minutos llega el maître a solicitar nuestro pedido de platillos, Filete de Res acompañado pasta de 2 colores, Chuletas de Cordero (pedidas bien cocidas) con vegetales y puré de papas, Calamares y Camarones Grillados con Parmesano y Papas gratinadas. Luego de 14 minutos llega el pedido; destaco que el restaurante estaba a un 85 % de su capacidad y junto con nuestra orden entraron cerca de 20 platos más, rapidez extrema en cocina, un par de errores trae la orden y es que las papas gratinada en realidad es un puré de papas con queso parmesano (ingrediente usado 2 veces para el mismo plato) y las chuletas fueron grilladas bajo una fuente de calor muy intensa, ya que por fuera vienen tostadas (amargas) y por dentro vienen rojas, cada platillo con buen montaje, vajilla diferente para cada plato, porciones generosas entre carnes y guarniciones, plato temperado y servicio limpio, entregado y retirado correctamente, se efectúa limpieza o desmigado de la mesa, levantan salero, platos pan, mantequilla, para luego ofrecer Postre cómo cortesía de la casa, solo pedimos Fresas Flambeadas con helado de la casa, montan el gueridón (mesa de servicio) a un costado de nuestra mesa y cocinan y flambean las fresas, un servicio que es un espectáculo para nuestra mesa y también las otras, mesero o capitán de Servicio, se luce con esto, lo realiza sin errores de principio a fin.
Luego del postre se nos ofrece digestivo pero preferimos pedir la cuenta, llega sin demora y también lo es el hecho de pagar.
Para ser miércoles el restaurante está lleno, a las 9 y 45, hora de nuestro retiro, llegan 7 personas en 3 mesas y se les atiende sin problemas.
Ambiente cálido, pianista, se puede conversar sin alzar la voz, temperatura correcta y cómoda para cenar solo en camisa.
La cena para 3 personas, nos sale 75 dólares app. incluida la propina, valores muy acordes a lo recibido, a pesar de errores en cocina, nos vamos con la sensación de querer volver y dar una nueva oportunidad a este restaurante.
Hasta pronto
Un abrazo y saludos.