Comida Exótica en Hong Kong
Uno pudiese pensar que en Hong Kong se habla inglés, ya que al ser colonia inglesa hasta el año 1998, deberían haber aprendido el idioma. Pero no! encontrar gente que hable inglés allá es mas complicado de lo que uno se imagina, lo que puede ser un problema, especialmente si vas a un restaurant y quieres pedir un plato de comida.
El año pasado viajamos 6 personas rumbo a dicho país, con el ánimo de conocer su cultura, su gente y su comida. Nos habían comentado varios platos exóticos y decidimos hacer un tour culinario por la ciudad.
Quedamos bastante sorprendidos en un comienzo, ya que hasta carne de ratón se vende en las calles, probamos frutas y verduras de las cuales no teníamos conocimiento de su existencia y conocimos bastantes restaurantes.
En uno de ellos tuvimos una experiencia espectacular. Entramos a un restaurant sin hablar ni una sola palabra en chino, ni ellos en inglés, por lo que la comunicación era bastante dificil. Nos vimos en la obligación de pedir sin saber lo que realmente estábamos ordenando. Para hacerlo mas entretenido, cada uno eligió 3 platos al azar, indicandole al mesero apuntando la carta escrita en chino.
Luego de una espera razonable, llegaron a la mesa los 18 platos que habíamos pedido. Muchos de ellos se veían (y eran) deliciosos, pero otros, por el solo hecho de mirarlos, se quitaba toda el hambre.
Recuerdo los platos que mas me llamaron la atención, dentro de los que se encontraba una sopa hecha con algún tipo de insecto, parecido al gusano, que al momento de llegar a la mesa seguían vivos, por lo que tomarlos con los palitos chinos era todo un desafío y probarlos un desafío aún mas grande.
Otro plato extraño fue un pato. Servido con cabeza, alas y patas sobre un plato, de un color negro brillante, por lo que daba la sensación de no haber sido cocinado jamás! No fui capaz de probarlo jajaja.
El pollo venía también con cabeza, ya que al parecer es una delicia succionar los sesos del animal.
Pero no todo se veía o sabía tan mal. Platos deliciosos, como camarones gigantes apanados, un manjar de Dioses; una especie de pastel de jaiva que era como un pedazo de cielo o la especialidad de la casa: la Langosta.
En resumen, viví una experiencia culinaria espectacular a los largo de toda mi estadía en Hong Kong, pero si hay algo que jamás olvidaré, fue ese almuerzo legendario donde conocimos cómo es realmente la comida en un país ubicado al otro extremo del mundo.
Se lo recomiendo a todos.
Gracias.