Chancho muerto a 4 manos
Complementando la historia del chancho muerto escrita por Anabella más abajo, les cuento que me pareció a mi ésta chanchada:
Vamos al chancho muerto?
¿Chancho muerto? Si hay algún evento que se llame “Estamos de chancho muerto”, imposible dejarlo pasar!!!!, más aún sabiendo que podremos estar todo un día probando distintas preparaciones chanchísticas del norte, sur y centro del país.
Llovía que se las pelaba, pero la carpa que cubría los puestos con las distintas preparaciones, artesanías y productos locales fue suficiente para que la lluvia no fuera tema (para los santiaguinos claro)
Partimos echando un vistazo a los productos locales que semostraban en los distintos puestos:
Nobleza Artesanal: Mostazas artesanales a la naranja,albahaca, eneldo. Todas ricas, la de naranja mi favorita, nos soplaron que sepuede encontrar acá en el “Local 1” .
Los infaltables: cachitos, milhojas, merengues
Licores artesanales con botellas recicladas (de romero,melissa, hierba de San Juan, de manjar casero, canela, mora y muuchos más).
Un café de frambuesa que noalcanzamos a probar, lo hacía un matrimonio probando y probando distintaspreparaciones, salieron al mercado ahora con éste café y café de rosa mosqueta,100% orgánico.
Un mar de arrollados
Y esto si que estaba bueno:cecinas polacas. Tenían ésta maletita con éstos pequeños snacks por $1.000.Como para llevársela de viaje completa.
Entonces partió nuestro paseo conuna Cracoviana y una presa de cazador
También habían muchos canastoscon productos chilenos
(Cómo se llaman éstos choclos?)
Papas y ajos chilotes
Sabían que cuando esa piña verde gigante se abre salen los piñones? Yo no tenía idea
En el stand de Achiga más tardehabría una longaniza estofada en vino tinto. Nos contaron que la longaniza erade Putú, y que las longanizas putuganas eran las mejores de Chile. Noalcanzamos a probarlas! Si alguien ha tenido el placer de estar frente a éstaslongas, que hable ahora o calle para siempre!
Otros platos:
Ya a esas alturas las cocinasempezaban a humear y nuestras tripas a sonar
Y caminando y comentando nostropezamos con algo que no pudimos dejar pasar:
Calentitas, frescas, blandas, humeantes, no sé cuanto máslas podría piropear.
-“Dos mil pesos de prietas por favor” un par de cervezas, ypura felicidad
Una vez terminado el “aperitivo” tuvimos que armarnos devalor y comenzar a probar cada una de las diversas preparaciones de chanchodisponibles. Por $500 te llenaban un pocillito de greda con exquisiteces comola de “Norte Chile Chef”
Que fue uno de los platos que másme gustó junto con todos los que tenían chancho ahumado.
En resumen, lo pasamos chancho,comimos como chancho, no nos sentimos como chancho en misa, no hicimos lachancha en ningún momento y nos achanchamos con todos los platos que teníamosal frente (aunque ya los últimos fueron un poco complicados, hay que decirlo)
Para no perderse nunca más éstaactividad, suertudos los que pudimos ir, los que no, no la pueden dejar pasarel próximo año, y ojalá se hagan cosas así en Santiago, que nos permitansaborear todo Chile desde el norte hasta la Patagonia.
Saludos