Casa Bosque, buena experiencia.
Reservamos a las 13:30, temprano un día domingo pensando que todos salen a almorzar entre las 14:00 y 15:00 e ir a esa hora al Cajón es meterse en tacos de ida y vuelta.
Tiene un estacionamiento grande, pero se llena rápido.
Nos acomodaron en el salón Quillay, que es nuevo, grande y bastante frío a pesar de tener una gran chimenea, los mozos iban y venían y las puertas del salón estaban abiertas de par en par y eso nunca calefaccionaría el ambiente. Dentro es todo rústico, hay un arbol en el centro del salón, un Quillay me imagino, que le da un toque de bosque.
Una panera de pan caliente salido recién del horno, con unas pastas de miedo, una de aceite oliva/merkén bien picante, estaba muy rico, una pasta de ají y mantequilla con ciboulette.
Comenzamos con un mango sour y una bebida (los cuales el mozo los trajo con la mano, he dicho en algunos de mis post que esto no me gusta, me agrada que traigan mi aperitivo en una bandeja, no sé si es maña, mi marido dice que si) y 2 picoteos, un mar y tierra, carne picada con camarones y champiñones en salsa de ostras, bien rico y un pollo y champiñones al pil pil, lo fome es que se veía muy blanco, este plato al pil pil o al ajillo me gusta que se vea el aceite de oliva y es ideal en un plato de greda para que conserve su calor, porque estaba un poco frío, además el pollo era muy grande y algunos trozos venían crudos, por lo que aparentemente lo hicieron a la rápida, me gusta un pollo al pil pil con el color oro-verdoso del aceite de oliva, este se veía blanco y bien aguado, del aceite ni luces, a pesar de esto estaba rico de sabor, el ají cacho de cabra estaba pontente, eso me hizo entrar en calor. Los platos de picoteo eran grandes, bien podrían haber pasado por plato de fondo por el tamaño de la porción, si les sirve de consejo, pidan 1 picoteo,
Estábamos apenas empezando nuestros picoteos cuando llegaron los platos de fondo, nos consultaron si los llevaban para mantenerlos calietes o si los dejaban, obvio que les dijimos que se los lleven porque mientras terminábamos el picoteo (que como dije era bastante generosos) se nos enfriaría el fondo, y cerdo frio...nop. De fondo (ya nos habían advertido que los platos eran grandes) solo pedimos 1 plato, el costillar de cerdo a la leña, con acompañamientos de pure con merkén (adoro el merkén) y otro de papas toscanas, el plato era grande, no fuimos capaces de comer el acompañamiento, yo piqué un poco de mi puré y de las papas de mi marido y apenas comimos el costillar.
Como siempre, guardamos un espacio en la guatita para el postre, que bien valió la pena, pannacotta con berries que estaba muy rica con berries muy frescos, crema y salsa y creme brulé que estaba igual de bueno, notables los postres. Un cafecito espresso para finalizar este grato almuerzo.
Buenisimo restaurante, muy recomendable, muy lindo atención amable y rápida, solo algunas cosillas que pulir, el servir los aperitivos con la mano sin bandeja, el que NO te saquen el servicio que está sucio, sino que lo dejen a un lado, tampoco me gusta, también lo dije en otros post y lo seguiré diciendo mientras se haga esta práctica en los restaurantes que vaya y el frío del local, que luego de un sour y una buena porción de merkén, se fue casi del todo.
Comimos muy bien, la cuenta razonable, $45.000 todo lo descrito con propina incluida,