Asando una Costilla en Coñaripe.

Escrito por: máximo moreno grez
F01 Ene 2010
C0
C

Conaripe

Con un grupo de vecinos, nuestra gran familia, fuimos de vacaciones a Coñaripe, orillas del lago Calafquen, región de La Araucanía y de Los Ríos, un lugar idílico del sur de Chile. No teníamos nada planificado para hacer en las vacaciones, salvo descansar, comer rico y pasarlo muy bien en familia. Un día se nos ocurrió hacer un gran asado, donde compartiéramos todos. Uno de mis amigos, y ahora compadre, Nestor Ferrando, que ya había vacacionado allí antes, nos llevó a Jorge Celis y a mi, a la carnicería del pueblo para reservar un buen trozo de carne, eso era algo tradicional ya que la carnicería no siempre tenía lo que solicitaban, por lo tanto había que pedirlo con anticipación. Conversándo con Don Carlos, el dueño de la carnicería (sólo coincidencia con el restaurante de carnes de Santiago) recordé una reunión de sibaritas que presencié en el Santiago Paperchese Club. En dicha reunión algunos afamados chefs y dueños de restaurantes de Santiago (Emilio Pescheira, Raúl Correa, Juan Pablo Moscoso, entre otros), disfrutaban de una gran costilla de vacuno asada a las brazas. Según el concesionario del casino del Club, esa reunión la hacían periódicamente, él sólo tenía que recibir la costilla, de uno de los comensales, prepararla y servirla con algunas ensaladas y un buen vino. Con ese recuerdo le dije a mis amigos que compráramos una costilla para el asado...me miraron bien raro y miraron a don Carlos, él dijo si, pero hay que saber hacerla...no se preocupen, yo me encargo! les dije.

A los dos días regresámos a la carnicería a buscar nuestra costilla, don Carlos tenía una gran costilla era demasiado para todos los comensales, por lo que pedí que la achicara en la típica cortadora de carnicería, esa que suena agudamente cuando corta los huesos. Ya teníamos nuestra costilla, ahora había que hacerla.

Como me gusta compartir cocinando y asar la carne muy lento, decidí comenzar a hacerla cerca de las 5 de la tarde, puse unos leños en una parrilla y amarré la costilla en una espada que había en esa casa a orillas del lago...pronto estaba asandose lentamente. Mientras eso sucedía, seguíamos compartiendo, a ratos en el lago con la familia y también al lado de la costilla...comezó a caer la tarde y la imágen era maravillosa, el lago, el horizonte, el aroma, los jugos de la costilla que caían lentamente, una rica cerveza....una imágen inolvidable.

Finalmente nos dieron las 10 de la noche, la costilla estaba lista, los comensales se sentaron en la mesa de la terraza (una mesa de ping pong con manteles), todos estaban ansiosos, eso de hacer un asado en 5 horas si que genera una gran espectativa. Me puse un delantal, afilé un cuchillo y comencé a faenar la costilla...los trozos que le correpondía a  cada uno eran dignos de una película de Fellini. La carne quedó exquisita, a alguno de mis amigos les tuvimos que poner hasta 2 platos para poder sostener cada costilla, sin dudas una noche magnífica! y todo gracias a una reunión de chefs. al año siguiente regresamos a Coñaripe y obviamente volvimos donde Don Carlos...(MMG)

 

Nestor y Jorge y parte de la costilla

conaripe2.jpg

 

Teléfono:

Dirección:
Imagen de máximo moreno grez

Máximo Moreno Grez

Comentar:

Inicie sesión o regístrese para comentar