En el Palacio de Versalles, Dom Pérignon, lanzó tres insuperables añadas vintage
La marca, que es traída a Chile por Premium Brands, presentó el Dom Perignon Vintage 2003, el Dom Perignon Rose de 2000, y el Dom Oenotheque Perignon 1966.
Algunos de los mejores champanes de la historia han salido de la casa Dom Pérignon. Deliciosos y complejos, son recordados por generaciones. Con esa idea es que hace algunos días, en el Palacio de Versalles, en Francia, la marca lanzó tres vintages excepcionales: el Dom Pérignon Vintage 2003, el Dom Pérignon Rosé de 2000, y el Dom Oenotheque Pérignon 1966.
Tan excepcionales son estas añadas que Dom Pérignon —marca que llega a Chile de la mano de Premium Brands— le pidió al afamado compositor fílmico y cuatro veces nominado a los Premios Oscar, Alexandre Desplat, que compusiera una melodía para cada uno de estos tres vintages. Las obras, fueron ejecutadas en la presentación de cada una de las añadas, y fueron interpretadas por el mundialmente reconocido pianista chino Lang Lang, todo en una escenografía ambientada por el dramaturgo Robert Wilson.
Todo un despliegue para algunos de los mejores trabajos de la casa Dom Pérignon y de Richard Geoffroy, creador y chef de la cava de Dom Pérignon desde 1990.
Puro Lujo y sabor
Como siempre, esta presentación fue a la altura del más elegante champagne del mundo. El evento marcó el inicio de la Semana de la moda en París, por lo que el estilo fue protagonista. Desde la entrada al Palacio de Versalles, epicentro de varios siglos de historia francesa, una cortina de rosas saludó a los invitados. Aquí, además, se ofreció la primer performance de la jornada: en un cóctel que se ofreció en el jardín del edificio histórico actores vestidos de la época barroca actuaron a los sones de Lang Lang y su piano, entregando una atmósfera complementaria a la champagne Dom Pérignon: una elegante, frugal y rica efervescencia que inunda los sentidos.
En el palacio de un rey Sol (como se conoció a Luis XIV) Lang Lang cautivó a los huéspedes con un vals de Chopin, el que antecedió una magnífica cena elaborada por el chef más reconocido de París, Jean-François Piège, la que maridó perfecto con las nuevas añadas de Dom Pérignon. Todo, siempre, en un marco de seda negra, el color que distingue al champagne más glamoroso del planeta.
Pero el lujo no quedó ahí: a la degustación participaron invitados de todo el mundo, como las actrices Isabelle Huppert y Charlotte Rampling; la periodista Laurence Ferrari, la princesa Clotilde Courau y la escritora Amelie Nothomb.