Dublín: yo no opino lo mismo que el leprechaun...
Anoche fui con José Miguel a las Terrazas del Mall Plaza Vespucio (La Florida), dispuestos a pasar a un local, tomar algo y conversar.
Entramos al Dublín, local del que yo había leído buenas críticas. JM pidió un vodka blue skyy tónica y yo una caipirinha. La atención fue rápida, nada qué decir, y la música estaba a un volumen relativamente normal.
Mas, la cosa dio un giro inesperado y aquí empezaron los peros. Un rato después pedimos otro vodka blue skyy y una caipirinha, además de unas brochetas mix con papas fritas. El vodka de mi acompañante estaba bien, pero la caipirinha esta vez venía con un sabor casi nulo de limón de pica. Llegó el plato que pedimos: las papas fritas estaban tibias, casi frías; las brochetas tenían buen sabor, la carne a punto, tal como me gusta, PERO, también estaban casi frías.
La música, que al principio estaba a un volumen normal, empezó a subir más de la cuenta; JM y yo teníamos que hablar a grito pelado, por lo que le preguntamos a un anfitrión si es que era posible pedirle al DJ que bajara un poquito la música, considerando que el local es un pub y no disco. Dijo "mmmm... voy a ver