Experiencia Inconclusa
Me enteré de la existencia de este restaurante por tres vías que recuerdo.
Una de ellas fue varias recomendaciones de parejas amigasque comentaron la vivencia de una grata experiencia en ese local y quehabían ,por lo tanto, regresado variasveces.
La otra fue por un artículo aparecido en un importantediario capitalino , en el cual ,un connotado crítico gastronómico ,puntuaba consiete tenedores la performance de ese restaurante.
Y la tercera fue a través de las redes sociales quefrecuento, en las cuales me encontré con muchos de mis contactos opinandoentusiastamente sobre este emprendimiento gastronómico, señalando el sitio webque este tenía en la red.
Decidí entonces entrar a su sitio web, por cierto muy hermoso, amigable, práctico y tentadorenterándome ahí de su bien diseñadacarta, de sus precios, su oferta de vinos y tragos así como de numerosasfotografías que retrataban el ambiente y su decoración .En el sitio sedestacaba claramente su ubicación, la existencia de amplios estacionamientos, losnombres de sus propietarios, su fecha de inauguración,el nombre de su chef ejecutivo, acompañado de un resumen de su trayectoria, másotras interesantes informaciones respecto a su funcionamiento, ubicación en unplano de las mesas y sus números, horarios etc.
Llamé al teléfono indicado en el sitio para hacer unareserva.
Al tercer ring contestó un voz femenina, muy agradable yacogedora , identificando el nombre dellocal y a su vez el nombre y apellido de quien atendía, ofreciendo cortésmentesu atención.
Indicó que si estaba conectado al sitio podía visualizar lasmesas disponibles para ser reservadas o en su defecto orientarme acerca deello. Anotó mis datos y me entregó un número de reserva y el número de la mesa.
Las mesas son todas para cuatro personas y se pueden agruparpara más comensales o en su defecto ocuparlas en forma individual o de a dos o tres personas. No hay ubicaciones malas odestinadas para parejas o personas individuales.
En este caso necesitaba una mesa para dos, la cual pudeelegir en una muy buena ubicación.
Llegamos al restaurante a eso de las 9.45 pm accediendo conmucha facilidad al estacionamiento techado y con comunicación cubierta hacia elinterior de la recepción del restaurante.
Al llegar a la recepción, la anfitriona, bella, deexquisitos modales, cálida sonrisa y voz nos consulta si hemos hecho algunareserva. Nos invita a pasar preguntando previamente si deseábamos dejar algunaprenda o bolso en el guardarropa. Después nos conduce a nuestra ubicación. Lamejor de todas y siendo la única mesa que quedaba sin ocupar. El ambiente y sudecoración superaban ampliamente lo percibido en las imágenes del sitio. Lamúsica ambiental , suave y ad-hoc para la ocasión .La acústica, extraordinaria ,reguladapor lo mullido de sus alfombras y paneles en el techo y paredes.
Una vez sentados nos aborda el garzón, amable, acogedor ycasi invisible.
Nos pregunta si deseamos algo antes de ver la carta, la cualnos alcanza en ese mismo momento.
La carta, de maravilloso diseño y factura es clara, cadaplato tiene su descripción, precio y fotografía. Todos los platos pueden llevarhasta dos guarniciones sin cobro adicional.
Cuando comienzo a leerla mientras, degustaba el más perfectopisco Sour que había probado en mi vida, despierto, en medio de la noche, conhambre y sin poder acordarme del nombre del restaurante.
Espero esta noche reanudar este sueño para experimentar elresto que quedó inconcluso y poder así registrar cuál es el nombre de estemaravilloso lugar.
Por ahora debo seguir experimentando la atención a lachilena de la mayoría de los emprendimientos gastronómicos de nuestro país.