Urriola Santiago. Sin pena ni gloria
Comida de buen sabor, fea presentación y precios que no se condicen con la calidad de los productos y el servicio.
Voy por ítem.
Milanesa napolitana: ($ 5000 Y ALGO) Debía tener salsa de tomate, pero llegó con puré de zanahoria (¿?). El jamón de la milanesa era “jamón sándwich”. Mal. Iba con papas de acompañamiento, pero al mozo se le olvidó. Llegaron cuando ya no quedaba milanesa.
Corvina porteña: ($ 5000 Y ALGO) Pescado un tanto desarmado con puré de zanahoria y albahaca arriba. Tenía el aspecto y consistencia de un colado para guagua, así que no califica para puré.
Ensalada césar: ($ 4000 Y ALGO) lechuga de bolsa.
Atención: Mesero amable, pero sólo una persona en la cocina un sábado!!!!
Hubo mesas que optaron por retirarse debido al retraso.
Los platos principales llegaron con el que habíamos pedido para picar antes.
La guarnición de un plato llegó cuando el comensal ya se había devorado el primero.
Raya para la suma: al menos nosotros no volvemos
El postre decidimos comerlo en el Café del Museo. Caro, pero DELICIOSO.