Sukine, restaurant koreano

Por segunda vez fui hace unos días a disfrutar de la comida del Sukine, restaurant koreano ubicado en Antonia López de Bello pasado Patronato. Es una especie de picada donde, por lo general, he visto entrar muchos koreanos, además de algunos chilenos que se atreven a probar. Lo encuentro un lugar para deleitarse y desfallecer de placer, jajaja.

La primera vez fui gracias a recomendaciones que me hicieron aquí, y probé como entrada una maravillosa tortilla de cebollín y calamar (soy vegetariana así que le iba dando los pedacitos que me encontraba a mi novio), de fondo el Bi Bim Bap, su plato típico, pero en versión vegetariana, y lo encontré muy rico y muy sano. Lo mejor de lo mejor me parecieron los acompañamientos: tofu salteado, kimchi (me enamoré de este…es una mezcla de verduras picantes y fermentadas, considerado uno de los alimentos más saludables del mundo), maní salteado dulce, y eso que nos advirtieron que por la hora no tenían todos los acompañamientos. Mi novio comió un plato de arroz con verduras, nori y huevos de pescado encima, que me dijo estaba delicioso.

Bueno, el fin de semana volvimos con algo más de idea. De entrada pedimos la misma tortilla, que es suficiente para dos y hasta tres personas. La traen con una salsa con soya, cebollín y no sé qué más pero que es muy buena para untar los pedacitos. Y se nos ocurrió la mala idea de pedir unas masitas de harina de trigo que son cocidas y vienen bañadas en una salsa picante. Mala idea no porque fueran malas, porque estaban increíbles! Sino porque nos dejó poca capacidad para pedir los platos de fondo.

De fondo, esta vez pedí una sopa de poroto de soya molido con tofu y salsa picante. Realmente una delicia, me encantó. Muy bien preparado, sabores bien resaltados, texturas muy agradables. Si bien el plato era pequeño, no importaba esta vez porque mi guatita apenas podía recibir más. Mi novio pidió una sopa de pescado, mariscos y tofu, que yo lo veía cucharear y cucharear con placer. Traía harto pescado, harto marisco, hasta camarones enormes enteros. Igual que la primera vez, quedamos fascinados con los acompañamientos, pero ahora venían más variedades: un arroz algo morado, el kimchi (que me comí rápidamente y tuve que pedir más), el tofu frito, el maní dulce salteado, tiras de alga nori, diversos brotes avinagrados y con ajo, y uva. Además, aprovechamos de probar el soju, licor de arroz que no nos atrevimos a probar antes, y que si bien no es desagradable, no encontramos una gran maravilla tampoco.

Este restaurant lo recomiendo a ojos cerrados. Como les decía yo soy vegetariana (de las que no transa bajo circunstancia alguna), por lo que siempre tengo dificultades para encontrar comida especial y más aún para elegir entre diversas opciones. Pero son las alternativas del Sukine, yo feliz. Ahora, para un carnívoro, hay muchas alternativas, platos bien especiales.

Lo que es yo, seguiré yendo cada vez que pueda. Ah! Con todo lo que comimos la primera vez, nos salieron 12 mil pesos. Y esta vez, que nos devolvimos a la casa prácticamente rodando, nos salió 19 mil y algo. Bastante poco para la calidad y cantidad, cierto?

Saludos y buen día a tod@s!